BOGOTÁ, 12 ene (Reuters) – Al menos 11 combatientes murieron en enfrentamientos entre disidentes de las FARC y rebeldes del Ejército de Liberación Nacional (ELN) que luchan por el control territorial de una zona del noreste de Colombia estratégica para el narcotráfico, en la frontera con Venezuela, informaron el jueves las autoridades.
Los combates entre los grupos armados ilegales suponen un traspié para la intención del Gobierno del presidente Gustavo Petro de alcanzar una paz total que ponga fin a un violento conflicto de casi seis décadas que ha dejado al menos 450.000 muertos y millones de desplazados.
Los enfrentamientos se registraron desde el martes en zona rural del municipio de Puerto Rondón, en el departamento de Arauca, reportó el ejército.
Al parecer, los muertos eran integrantes de una facción de las antiguas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) que no aceptaron un acuerdo de paz de 2016, según fuentes militares que dijeron que las víctimas tenían brazaletes que los identificaban como integrantes de ese grupo armado ilegal.
“El objetivo de los soldados es restablecer la tranquilidad de la comunidad para garantizar la normalidad de las actividades en esta región y estabilizar el territorio, el desarrollo de las veredas y proteger los derechos fundamentales de nuestros compatriotas”, aseguró el Ejército Nacional en un comunicado después de llegar a la zona de los combates.
Petro declaró antes de Año Nuevo un cese bilateral con el ELN, con dos facciones de las FARC y con dos bandas criminales en un intento por avanzar hacia la consolidación de la paz en el país sudamericano de 50 millones de habitantes productor de petróleo, carbón y café.
Pero cuatro días después el Gobierno de Colombia suspendió el cese al fuego con ELN y ordenó reanudar la ofensiva militar en su contra, luego que ese grupo negó haber acordado una suspensión bilateral de las hostilidades.
Sin embargo, las dos facciones de las FARC y las dos bandas criminales implicadas en actividades de narcotráfico aceptaron el cese bilateral del fuego.
El departamento de Arauca fue escenario en el pasado de una violenta confrontación por el control territorial entre las FARC y el ELN que dejó cientos de muertos y desplazados, y que concluyó con un acuerdo entre los dos grupos armados ilegales.
Pero los enfrentamientos se reanudaron desde el 2021, inicialmente en el estado de Apure, en Venezuela, y luego se trasladaron a territorio colombiano.
La Defensoría del Pueblo reportó que en 2022 se registraron 352 asesinatos en el departamento de Arauca, muchos como consecuencia de enfrentamientos entre una de las disidencias de las FARC y el ELN.
(Reporte de Luis Jaime Acosta)