Senado mexicano reanuda debate de polémica reforma judicial tras suspenderse por manifestantes

Por Ana Isabel Martinez y Adriana Barrera

CIUDAD DE MÉXICO, 10 sep (Reuters) -La Cámara de Senadores de México retomó el martes por la noche en una sede alterna el debate de una controvertida reforma al poder judicial luego de haberlo suspendido por el ingreso de decenas de manifestantes al salón de sesiones de la cámara alta gritando consignas contra la iniciativa.

Las discusiones de la reforma constitucional para dar nueva cara al sistema de justicia mexicano se trasladaron a una vieja sede del Senado en el centro histórico de la capital, donde la seguridad fue reforzada para evitar el ingreso nuevamente de manifestantes, que trataban de llegar al lugar.

La reforma judicial, parte de una batería cambios constitucionales del presidente saliente Andrés Manuel López Obrador, ha generado nerviosismo en los mercados locales, golpeado al peso mexicano y tensado las relaciones de México con sus socios comerciales de América del Norte.

Abrazada por la presidenta electa, Claudia Sheinbaum, la reforma busca que más de 6,500 jueces y magistrados, así como los ministros de la Suprema Corte, sean electos por voto popular, lo que ha generado una lluvia de críticas que apuntan a dudas sobre la independencia del Poder Judicial.

El gobernante Morena y sus partidos aliados, que están a un voto de lograr la mayoría necesaria en el Senado para que sacar adelante la reforma, aseguran que los cambios reforzarán la independencia del Poder Judicial, el equilibrio de poderes y combatirá la corrupción de jueces. La oposición opina que será totalmente lo contrario.

“Esta iniciativa está diseñada para que Morena tome el control total y absoluto del poder judicial”, dijo el senador del derechista Partido Acción Nacional (PAN) Ricardo Anaya al iniciar la discusión del dictamen de la reforma, que se espera se prolongue por varias horas más.

El debate de la iniciativa se da en medio también de duras protestas de opositores, estudiantes y trabajadores del poder judicial, que aseguran que sus derechos son violentados con los cambios en la ley y han parado labores.

Los críticos temen que las modificaciones al sistema debiliten a uno de los contrapesos del Poder Ejecutivo, perjudicando el clima de negocios en la segunda mayor economía de América Latina.

“La reforma es una respuesta a las demandas históricas de los ciudadanos que claman por un sistema judicial más justo, más transparente”, dijo la senadora de partido oficialista Morena Ernestina Godoy, al presentar el dictamen a discusión en el pleno.

Los legisladores deberán votar en lo general y luego en lo particular la reforma constitucional. Para ser aprobada, debe ser avalada por las dos terceras partes de la cámara alta.

Una vez que pase la aduana del Senado, la reforma debe ser aprobada por la mayoría de los 32 congresos estatales para finalmente ser publicada en la gaceta oficial.

Sheinbaum, quien tomará posesión el 1 de octubre, ha tratado de apaciguar a los mercados y a los inversionistas asegurando que México va a tener un mejor sistema de justicia tras la reforma, que su mentor político López Obrador ha asegurado es necesaria para limpiar de corrupción al sector, al que acusa de haber favorecido a las élites económicas y a las empresas extranjeras.

(Reporte de Ana Isabel Martínez y Adriana Barrera)

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