La jefa de la UE llega a Uruguay para sellar acuerdo con Mercosur en medio del enojo de Francia

Por Lisandra Paraguassu, Philip Blenkinsop y Lucinda Elliott

MONTEVIDEO/BRUSELAS, 5 dic (Reuters) -La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, aterrizó el jueves en Uruguay con el objetivo de cerrar un largamente aplazado acuerdo comercial entre la Unión Europea y el bloque sudamericano del Mercosur, mientras Francia calificaba el pacto de “inaceptable”.

Von der Leyen llegó horas después de que el gobierno del presidente Emmanuel Macron se derrumbara tras una moción de censura en el Parlamento sobre los esfuerzos para frenar el déficit presupuestario de Francia, que dejó a Macron luchando por nombrar un nuevo primer ministro.

El acuerdo, que lleva 20 años gestándose y ha provocado profundas divisiones en Europa, donde los agricultores y París han sido la voz más fuerte en la oposición, crearía una de las mayores asociaciones comerciales del mundo y turboalimentaría el flujo de carne de vacuno y granos.

“La línea de meta del acuerdo UE-Mercosur está a la vista. Trabajemos, crucémosla. Se trata de la mayor asociación comercial y de inversión que el mundo haya visto jamás. Ambas regiones se beneficiarán”, dijo von der Leyen en una publicación en X.

El Mercosur, que incluye a las potencias agrícolas Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay, se reunirá en una cumbre en Montevideo y los negociadores esperan esta vez que se desvele un acuerdo comercial que tuvo varios amaneceres falsos, incluyendo un acuerdo firmado en 2019 que no consiguió ser ratificado por las naciones de Europa.

Cuatro fuentes sudamericanas y europeas implicadas en las conversaciones afirmaron que el acuerdo estaba cerrado y que sería anunciado el viernes por los jefes de Estado del Mercosur y von der Leyen después de que ambas partes pudieran concretar los últimos detalles sobre cuestiones medioambientales y compras gubernamentales.

“Se han pronunciado todos los países a favor del acuerdo” al que se llegó con la Unión Europea, dijo el canciller uruguayo Omar Paganini a la prensa el jueves en la cumbre del Mercosur en Montevideo.

“La presencia en el Uruguay de Ursula van der Leyen muestra el éxito de un proceso de negociación y el apoyo en la etapa final de cierre, que es en la que estaríamos mañana con los líderes”, agregó.

Von der Leyen, que acaba de iniciar su segundo mandato, se enfrenta a una dura oposición al acuerdo, que sería el mayor alcanzado por la UE en términos de reducciones arancelarias. Los países de la UE en su conjunto y el Parlamento Europeo tendrían que aprobar cualquier acuerdo comercial alcanzado.

Los agricultores europeos han protestado reiteradamente contra el acuerdo, alegando que dará lugar a importaciones baratas de materias primas sudamericanas, sobre todo carne vacuna, que no está sujeta a las mismas normas ecológicas y de seguridad alimentaria que en la UE.

EUROPA DIVIDIDA

Francia ha sido el país que más ha criticado el acuerdo propuesto. Aunque atraviesa una crisis política tras la caída del breve gobierno del primer ministro francés Michel Barnier, la oficina del presidente Emmanuel Macron emitió una declaración el jueves en la que afirmaba que el acuerdo previsto entre la UE y el Mercosur era “inaceptable”.

Sin embargo, otros miembros de la UE, como Alemania, insisten en que el acuerdo UE-Mercosur es vital para el bloque, que busca diversificar su comercio tras el casi cierre del mercado ruso y en medio del malestar por su dependencia de China.

“Si finalmente conseguimos suscribirlo, será un gran éxito para la Unión Europea y también para los países del Mercosur”, dijo el ministro español de Agricultura, Luis Planas, en un acto en Bruselas, quien añadió que sería bueno para las exportaciones y demostraría que Europa “no se repliega sobre sí misma, sino que es capaz de proyectarse al exterior”.

“Estamos en un nuevo contexto y en ese nuevo contexto (…) es necesario dar un paso adelante”.

Los partidarios de un acuerdo también ven en Mercosur una fuente potencialmente fiable de minerales críticos como el litio, metal de las baterías, necesarios para la transición ecológica de Europa.

Los negociadores sudamericanos mantienen el optimismo de que la UE acabará dando su aprobación y de que Francia no podrá reunir una minoría de bloqueo.

“La UE tiene el mandato de negociarlo desde hace 20 años. La ratificación es otro proceso, después tendrán que trabajar en eso ellos mismos”, dijo una de las fuentes.

(Reporte de Philip Blenkinsop en Bruselas, Lissandra Paraguassu y Lucinda Elliott en Montevideo, reporte adicional de Bart Meijer y Sudip Kar-Gupta; Editado en Español por Ricardo Figueroa y Daniela Desantis)

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