Por Cynthia Kim
SEÚL, 10 ene (Reuters) – Dos semanas después de convertirse en el segundo presidente en funciones de Corea del Sur, Choi Sang-mok se enfrenta no solo a la tarea de dirigir una economía tambaleante y restablecer la confianza entre los aliados internacionales, sino simplemente a la de mantenerse en su puesto en medio de la peor crisis política en décadas.
Choi, que solo obtuvo su primer nombramiento ministerial hace dos años, se ha visto inmerso en un hervidero político que ya ha consumido a uno de los líderes más experimentados del país, pero hasta ahora, según los analistas, ha sorteado mejor la crisis.
“Choi está en la cuerda floja, básicamente en un acto de equilibrio entre los dos partidos”, dijo Kim Jin-wook, economista de Citigroup, refiriéndose al principal partido de la oposición, el Partido Democrático, y al gobernante Partido del Poder Popular.
Choi ha provocado la ira de amplios sectores de la opinión pública y de la oposición, que consideran que obstaculiza los esfuerzos para detener al presidente destituido, Yoon Suk-yeol, que ha desoído repetidas citaciones de una investigación penal separada sobre las acusaciones de que planeó una insurrección con su intento de promulgar la ley marcial el 3 de diciembre.
Aun así, Choi, de 61 años, un veterano tecnócrata económico, ya ha durado más que su predecesor, el primer ministro Han Duck-soo.
Han, que sustituyó en el cargo a Yoon, fue destituido por el Parlamento tras 13 días como presidente en funciones por no aprobar a los magistrados del Tribunal Constitucional.
Kim minimizó la posibilidad de que Choi fuera destituido dado que la oposición es aún menos favorable a otros miembros del gabinete.
Sin embargo, el Partido Demócrata, que cuenta con el número suficiente de parlamentarios para destituir a Choi si así lo decide, presentó el martes una denuncia penal ante la policía contra él por no ordenar a los guardias presidenciales que abrieran paso a las autoridades para detener a Yoon en su fallido primer intento hace una semana.
Un enfrentamiento de seis horas con guardias presidenciales armados el pasado viernes hizo temer que la crisis política de Corea del Sur se volviera sangrienta.
Choi debe asegurarse de que el proceso judicial se desarrolle pacíficamente para no dañar la confianza en la cuarta economía asiática, que ha visto cómo el won caía a su nivel más bajo en 15 años y el Gobierno ha recortado su previsión de crecimiento económico para 2025 del 2,2% al 1,8%.
(Información adicional de Jihoon Lee; edición de Ed Davies y Michael Perry; edición en español de María Bayarri Cárdenas)