Muere a los 65 años el expresidente salvadoreño Mauricio Funes en Nicaragua

CIUDAD DE MÉXICO/SAN SALVADOR, 22 ene (Reuters) – El expresidente salvadoreño Mauricio Funes (2009-2014) murió a los 65 años en Nicaragua, donde vivía como asilado político desde 2016 tras ser procesado por varios casos de corrupción en su país, informaron autoridades nicaragüenses.

El Ministerio de Salud de Nicaragua dijo la noche del martes en un comunicado que Funes acababa de fallecer producto de una “grave dolencia crónica”, tras informar más temprano que el exmandatario estaba en una situación “delicada” y de “extrema gravedad”.

Nacido en San Salvador el 18 de octubre de 1959, fue el segundo de tres hijos del matrimonio de Roberto Funes y María Mirna Cartagena. Realizó sus estudios en la Universidad Centroamericana (UCA), de los jesuitas, y egresó de la carrera de Letras.

Periodista de profesión, logró notoriedad por sus entrevistas acuciosas y las denuncias de casos de corrupción en sus espacios televisivos, las cuales le significaron despidos y amenazas.

Desde 1992 condujo “La Entrevista Al Día”, donde interpelaba a funcionarios, políticos opositores y personalidades de la sociedad civil. Dos años después, recibió el premio Maria Moors Cabot, otorgado por la Universidad de Columbia, Estados Unidos.

Luego dos décadas de ejercicio periodístico, se retiró en septiembre 2007 para competir en las elecciones presidenciales de 2009 por el partido político Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), una exguerrilla de izquierda, y las ganó.

“Mauricio Funes, tanto en su faceta de periodista de investigación e incisivo generador de opinión pública, como en su trayecto como presidente de la República, gozó de una amplia aceptación y respaldo del pueblo salvadoreño y de la comunidad internacional”, dijo en un comunicado el FMLN tras conocerse el fallecimiento.

El actual ministro de Trabajo salvadoreño, Rolando Castro, afirmó el miércoles sobre el exgobernante en X que “sus aciertos y aporte al país como periodista son innegables, como también sus desaciertos en la función pública”.

“Pero no me corresponde juzgar su trayectoria, esa tarea le corresponde a la historia”, dijo el ministro del gobierno derechista salvadoreño encabezado por Nayib Bukele.

Durante su mandato de cinco años, Funes desarrolló programas sociales, de educación y salud, pero su gestión se vio empañada por un supuesto pacto con las pandillas criminales locales o maras para reducir los homicidios a cambio de beneficios, por el cual fue condenado en ausencia a 14 años de prisión en 2023.

Al culminar su gestión en 2014, Funes acumuló seis procesos judiciales en su contra por los delitos de malversación de 351 millones de dólares del erario público, peculado, lavado de dinero, pago de sobornos, evasión de impuestos, divulgación de documentos confidenciales y el acuerdo con las pandillas.

Cuando emigró con su familia a Nicaragua, dijo que los procesos judiciales en su contra eran motivados por una persecución política liderada por la derecha salvadoreña.

“El proceso en mi contra es un claro ejemplo de uso y manipulación de la justicia penal por parte de la derecha en contra de sus enemigos políticos y de juzgamiento mediático. Por esa razón decidí asilarme en Nicaragua”, dijo el expresidente a Reuters.

En 2019, el Gobierno del presidente nicaragüense Daniel Ortega, con quien Funes mantenía afinidad política e ideológica, le concedió la nacionalidad de ese país.

(Reporte de Gabriela Selser en Ciudad de México y Nelson Rentería en El Salvador; Editado por Raúl Cortés Fernández)

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