Por Sam Tobin y Michael Holden
LONDRES, 23 ene (Reuters) -Un adolescente británico que asesinó a tres niñas en un baile temático de Taylor Swift fue condenado el jueves a una pena de al menos 52 años de cárcel tras un ataque tan violento que, según la fiscalía, parecía que había intentado decapitar a una de las víctimas.
Axel Rudakubana, de 18 años, admitió haber matado a las niñas y apuñalado a otras 10 en julio en la localidad de Southport, en el norte de Inglaterra, un crimen que conmocionó a Reino Unido y fue seguido por días de disturbios en todo el país.
La fiscal Deanna Heer declaró ante el Tribunal de la Corona de Liverpool que Rudakubana estaba obsesionado con la violencia y el genocidio, y que dos de sus víctimas sufrieron “heridas horribles que (…) son difíciles de explicar como algo que no sea de naturaleza sádica”.
El juez Julian Goose declaró que Rudakubana debía cumplir un mínimo de 52 años. Agregó que no podía imponerle cadena perpetua porque tenía 17 años cuando se produjo el ataque, pero indicó que es poco probable que salga en libertad.
“Lo que hizo el 29 de julio del año pasado ha causado tal conmoción y repulsión a toda la nación que debe considerarse un delito de nivel extremo”, declaró Goose.
Durante la vista del jueves Rudakubana tuvo que ser retirado del banquillo de los acusados en dos ocasiones, tras gritar que se encontraba mal. Se negó a volver al tribunal para escuchar su sentencia.
En la corte se mostraron imágenes de video desgarradoras de niñas gritando mientras huían del edificio. Una de ellas, ensangrentada, se desplomó en el exterior, provocando jadeos y sollozos en la tribuna del público.
“Nos atacó porque éramos mujeres y niñas, vulnerables y presas fáciles”, declaró ante el tribunal Leanne Lucas, de 36 años, profesora de yoga que organizó el acto y fue apuñalada cinco veces.
Bebe King, de 6 años, Elsie Dot Stancombe, de 7, y Alice Dasilva Aguiar, de 9, fueron asesinadas. Se encontraban entre los 26 niños que asistían al evento de vacaciones de verano.
Dos de ellas sufrieron decenas de heridas cortantes que Rudakubana les infligió con un cuchillo que compró por Internet, según Heer. Tras su detención, dijo a la policía: “Me alegro de que esos niños estén muertos, me hace feliz”.
(Editado en español por Carlos Serrano)
