Por Leika Kihara
TOKIO, 24 ene (Reuters) – El Banco de Japón aumentará probablemente las tasas de interés el viernes a sus niveles más altos desde la crisis financiera mundial de 2008, ya que el alza de las acciones mundiales calma los temores de las autoridades monetarias sobre las amenazas arancelarias del presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
Como los operadores dan casi por hecha la posibilidad de una subida de tasas, la atención se centra ahora en las pistas que pueda dar el gobernador del BoJ, Kazuo Ueda, en su reunión informativa posterior sobre el ritmo y el calendario de nuevos incrementos.
En la reunión de dos días que concluye el viernes se espera que la entidad aumente su tasa a corto plazo del 0,25% al 0,5%, un nivel que Japón no ha visto en 17 años. Esta medida pondría de relieve la determinación del BoJ de elevar los tipos hasta situarlos en torno al 1%, un nivel que, según los analistas, no enfriaría ni sobrecalentaría la economía japonesa.
“El mercado no ha mostrado una reacción muy negativa a los comentarios de Trump, por lo que es probable que el BoJ proceda con un alza de tasas”, dijo Naomi Muguruma, estratega jefe de bonos de Mitsubishi UFJ Morgan Stanley Securities.
Un incremento por parte del BoJ sería el primero desde julio, cuando la medida, unida a los débiles datos de empleo de Estados Unidos, conmocionó a los operadores y desencadenó una caída en los mercados mundiales a principios de agosto.
Para evitar que se repita, el Banco de Japón preparó a los mercados con las firmes señales dadas por Ueda y su adjunto la semana pasada, en el sentido de que se preveía un alza de tasas. Estas declaraciones provocaron un repunte del yen, ya que los mercados veían un 90% de posibilidades de se aprobara un incremento.
En el informe trimestral de perspectivas que se publicará tras la reunión, se espera que el Consejo eleve sus previsiones de precios ante las crecientes perspectivas de que el aumento de los salarios mantenga a Japón en la senda de alcanzar de forma sostenible el objetivo de inflación del 2% fijado por el BoJ.
Dado que la inflación ha superado el objetivo de la entidad durante casi tres años y que la debilidad del yen ha mantenido elevados los costos de importación, es probable que Ueda insista en que se avecinan más subidas de tasas.
La inflación subyacente al consumo en Japón se aceleró en diciembre al ritmo anual más rápido de los últimos 16 meses, según datos publicados el viernes, en una señal de que el aumento de los precios de los combustibles y los alimentos sigue elevando el costo de la vida de los hogares.
Muchos analistas ya esperan que el banco central vuelva a elevar las tasas a fines de año, salvo que una sacudida del mercado inducida por Trump golpee el crecimiento mundial y la frágil recuperación económica de Japón.
“Después de subir hasta el 0,5%, es probable que el Banco de Japón siga a un ritmo de aproximadamente dos veces al año. Como tal, el próximo alza de tasas podría ocurrir en septiembre”, dijo Mari Iwashita, de Daiwa Securities. “Mucho dependerá de cómo se desarrollen el crecimiento y la inflación en Estados Unidos, de cómo afecten a la política de la Reserva Federal y de los movimientos del dólar/yen”.
El calendario político nacional también puede afectar al calendario de aumentos de tasas del BoJ, con unas elecciones a la Cámara alta programadas para julio en las que la coalición minoritaria del primer ministro Shigeru Ishiba podría tener dificultades para conseguir votos, según algunos analistas.
Tras asumir el cargo en abril de 2023, Ueda desmanteló el radical programa de estímulo de su predecesor en marzo del año pasado, y elevó las tasas a corto plazo al 0,25% en julio.
Los responsables de política han afirmado en repetidas ocasiones que el banco seguirá subiendo las tasas si Japón avanza en la consecución de un ciclo en el que el aumento de la inflación impulse los salarios y eleve el consumo, permitiendo así a las empresas seguir repercutiendo los costos más elevados.
(Editado en español por Carlos Serrano)