Por Phil Stewart, Oliver Griffin y Luis Jaime Acosta
WASHINGTON/BOGOTÁ 26 ene (Reuters) – Colombia y Estados Unidos superaron el domingo una controversia diplomática por la deportación de inmigrantes en vuelos militares que llevó a Washington a amenazar con imponer aranceles a las exportaciones del país sudamericano y suspender visas de altos funcionarios del Gobierno de Bogotá.
La polémica amenazaba con desatar una guerra comercial entre los dos países y dejar sus relaciones diplomáticas sumidas en una crisis.
La Casa Blanca informó en un comunicado que Colombia aceptó recibir a sus connacionales, aunque la nación sudamericana aclaró que el acuerdo incluye recibirlos en condiciones dignas y puso a disposición el avión presidencial para realizar su traslado.
“Hemos superado el impasse con el Gobierno de los Estados Unidos”, dijo el canciller de Colombia, Luis Gilberto Murillo, al anunciar que viajará a Washington para sostener reuniones de alto nivel y dar seguimiento a los acuerdos alcanzados.
“Seguiremos recibiendo a los colombianos y colombianas que retornen en condición de deportados, garantizándoles condiciones dignas, como ciudadanos sujetos a derechos”, agregó.
Por su parte, el Gobierno de Estados Unidos aseguró que Colombia aceptó todos los términos del presidente Donald Trump, incluida la recepción sin restricciones de todos los colombianos devueltos, incluso en aviones militares estadounidenses, sin limitaciones ni demoras.
“Sobre la base de este acuerdo, los aranceles y sanciones completamente redactados se mantendrán en reserva, y no se firmarán, a menos que Colombia no cumpla con este acuerdo”, advirtió Washington.
Las sanciones de visado emitidas por el Departamento de Estado, y las inspecciones reforzadas de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés), permanecerán en vigor hasta que el primer avión con deportados colombianos sea devuelto con éxito, precisó.
“El presidente Trump continuará protegiendo ferozmente la soberanía de nuestra nación, y espera que todas las demás naciones del mundo cooperen plenamente para aceptar la deportación de sus ciudadanos presentes ilegalmente en los Estados Unidos”, sostuvo el Gobierno de Washington.
Colombia, el tercer socio comercial más importante de Estados Unidos en América Latina, también había amenazado con imponer un arancel del 50% a los productos estadounidenses en respuesta a la advertencia inicial de Trump.
FUERTE CRUCE DE DECLARACIONES
El presidente de Colombia, Gustavo Petro, mantuvo el domingo un duro cruce de declaraciones por redes sociales con Trump, quien acusó al mandatario del país sudamericano de poner en riesgo la seguridad de nacional de Estados Unidos.
Las reiteradas amenazas de represalias de Trump, que se frenaron con el acuerdo, dejaron en evidencia la intención del mandatario republicano de disuadir a los países que se atrevan a desafiarlo con los vuelos de deportación.
La controversia diplomática surgió cuando Petro canceló los permisos para que dos aviones militares de Estados Unidos aterrizaran en su territorio con deportados colombianos.
El Departamento de Estado suspendió el procesamiento de visas estadounidenses en su embajada de Bogotá, en respuesta a la reacción de Petro rechazando las repatriaciones en vuelos militares, una medida que también será suspendida, según fuentes de la cancillería de Colombia.
Desde el comienzo de su mandato, Trump declaró la inmigración ilegal una emergencia nacional e impuso una amplia ofensiva ordenando al ejército ayudar con labores de seguridad en su frontera común con México, suspendió programas para obtener asilo y restringió la ciudadanía a niños nacidos en suelo estadounidense cuyos padres no tuvieran un estatus legal en el país.
Las medidas de Trump amenazaban con golpear con fuerza la economía colombiana, la cuarta más grande de América Latina. Estados Unidos es el principal destino de las exportaciones colombianas de productos como petróleo, carbón, café y flores.
México también rechazó la semana pasada una solicitud para permitir que un avión militar estadounidense aterrizara con migrantes en su territorio.
Estados Unidos es el principal socio comercial de Colombia, en gran parte debido a un acuerdo de libre comercio del 2006, con un comercio bilateral de 33.800 millones de dólares en el 2023 y un superávit comercial estadounidense poco común de 1.600 millones de dólares, según datos oficiales.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil condenó por su parte el “trato degradante” a los brasileños después de que inmigrantes de ese país denunciaron malos tratos al ser esposados en un vuelo comercial de deportación.
El uso de aviones militares estadounidenses para realizar vuelos de deportación es parte de la respuesta del Pentágono a la declaración de emergencia nacional sobre inmigración que hizo Trump el lunes.
En el pasado se usaron aviones militares estadounidenses para trasladar a personas de un país a otro, como durante la retirada estadounidense de Afganistán en el 2021.
Aviones militares estadounidenses realizaron el viernes dos vuelos similares, cada uno con unos 80 migrantes, a Guatemala.
(Report de Phil Stewart en Washington D.C., Oliver Griffin y Luis Jaime Acosta en Bogotá; reporte adicional de Ted Hesson en Washington; editado en español por Carlos Serrano y Lizeth Díaz.)