Meteorólogo jefe de Rusia dice que buen tiempo ayuda a sobrevivir a cultivos de invierno

MOSCÚ, 29 ene (Reuters) – Un invierno templado con temperaturas cálidas récord en muchas regiones agrícolas de Rusia, considerado por los científicos como un signo del cambio climático, está ayudando a sobrevivir a los cultivos de invierno, dijo el miércoles el jefe de la agencia meteorológica estatal, Roman Vilfand.

La actual falta de nieve en muchas de esas zonas está contribuyendo a evitar la muerte invernal de los cultivos por exceso de humedad y falta de circulación del aire, comentó Vilfand en una conferencia sobre agricultura celebrada en Moscú.

Dijo que el clima más cálido adelantaría la campaña de siembra de primavera boreal entre cinco y siete días en toda Rusia este año, comenzando en Crimea en los primeros 10 días de marzo y continuando después en otras importantes regiones del granero del sur.

Los cultivos de invierno rusos se han visto afectados por la falta de humedad del suelo justo después de la campaña de siembra, tras las sequías del verano en el hemisferio norte. La agencia meteorológica estimó que la proporción de cultivos de invierno en mal estado alcanzaba la cifra récord del 38%.

“Sorprendentemente, los dos últimos meses de invierno indican en general que el invierno está ayudando realmente a los cultivos de invierno a superar este periodo con normalidad”, dijo Vilfand.

Muchas regiones rusas han pasado este año por un invierno inusualmente cálido, sin apenas nieve en toda la Rusia europea en enero, y las temperaturas en Moscú el 27 de enero batieron un récord establecido en 1914.

La Ministra de Agricultura rusa, Oksana Lut, dijo anteriormente que el 82% de los cultivos de invierno se encontraban en condiciones buenas y satisfactorias, muy por encima de la cifra de la agencia meteorológica debido a diferencias en la metodología y el calendario de recogida de datos.

La cosecha de cereales rusa se redujo a unos 130 millones de toneladas métricas en 2024, frente a los 148 millones del año anterior, debido a condiciones meteorológicas extremas, desde heladas primaverales tempranas que dañaron las plantas en fase activa de vegetación, hasta sequías y lluvias torrenciales.

Vilfand señaló que, si bien las altas temperaturas durante la campaña de siembra en septiembre afectaron a los cultivos de invierno, ahora el cambio climático parece jugar a su favor.

El previsible deshielo precoz al comienzo de la primavera ayudará a calentar el suelo y a que las plantas crezcan más deprisa, aunque el riesgo de heladas primaverales o la falta de lluvias podrían contrarrestar los beneficios de un invierno suave, señaló.

(Reporte de Olga Popova, escrito por Gleb Bryanski; Editado en Español por Ricardo Figueroa)

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