Por Marcela Ayres
BRASILIA, 4 feb (Reuters) -El Banco Central de Brasil subrayó el martes que el enfriamiento de la actividad económica es crucial para llevar la inflación al objetivo, al tiempo que calificó de riesgos inflacionarios “muy relevantes” el desanclaje de las expectativas de inflación y el recalentamiento de la economía.
“La desaceleración de la demanda agregada es un elemento esencial del proceso de reequilibrio entre la oferta y la demanda en la economía y de la convergencia de la inflación hacia el objetivo”, afirmó en las minutas de su última decisión de política monetaria, en referencia a su objetivo de inflación del 3%.
Tras subir las tasas la semana pasada en 100 puntos básicos, a 13,25%, y anunciar otra subida en marzo, los responsables de la política monetaria señalaron también en las minutas que las percepciones del mercado sobre el marco fiscal del Gobierno y la sostenibilidad de la deuda seguían pesando “significativamente” sobre los precios y las expectativas de los activos.
De cara al futuro, el banco central dijo que seguirá de cerca la actividad económica, junto con la transmisión del tipo de cambio tras la reciente depreciación y volatilidad.
También vigilará las expectativas de inflación, que se han desanclado aún más y siguen siendo cruciales para determinar la evolución futura de la inflación.
En cuanto al crecimiento económico, que el Gobierno espera que se sitúe en torno al 3,5% en 2024, el banco central señaló que los datos recientes indican los primeros signos de moderación, especialmente en los sectores de bienes y de crédito, en línea con su escenario de referencia.
Sin embargo, los responsables a cargo de la política monetaria advirtieron que las desaceleraciones pasadas se revirtieron más tarde debido a la volatilidad que a un cambio en las tendencias de crecimiento, que han mostrado una “notable resistencia”.
“Como el mercado laboral sigue caldeado, es difícil evaluar en qué medida una posible desaceleración reflejaría un debilitamiento de la demanda o presiones de oferta, con diferentes repercusiones sobre la inflación”, señalan las minutas, después de que el desempleo alcanzó un mínimo histórico el año pasado.
Las minutas también señalaron los riesgos inflacionarios de una moneda más débil, señalando que las políticas estadounidenses bajo el presidente Donald Trump podrían pesar sobre los activos nacionales.
Tras citar la semana pasada un riesgo inflacionario a la baja vinculado a una posible desinflación derivada del comercio mundial o de perturbaciones financieras -lo que muchos consideraron una señal pesimista-, los funcionarios aclararon que este riesgo se materializaría si no se cumplía el escenario de referencia.
(Reporte de Marcela Ayres; Editado en Español por Ricardo Figueroa)