Por Will Dunham
WASHINGTON, 4 feb (Reuters) – El Gran Cañón en Arizona es una de las maravillas naturales de la Tierra, esculpido a lo largo de millones de años por la erosión gradual del río Colorado. Cerca del polo sur de la Luna hay dos cañones de tamaño comparable al del Gran Cañón, pero que nacieron en un proceso muy diferente.
Nuevas investigaciones indican que estos cañones, situados en una zona denominada cuenca de impacto de Schrödinger, en la cara de la Luna que mira siempre en dirección opuesta a la Tierra, se crearon en menos de 10 minutos por los restos rocosos enviados al espacio cuando un asteroide o cometa impactó contra la superficie lunar hace unos 3.800 millones de años.
Este impacto liberó unas 130 veces la energía del actual inventario mundial de armas nucleares, dijo el geólogo David Kring, del Lunar and Planetary Institute of the Universities Space Research Association de Houston, autor principal del estudio publicado el martes en la revista Nature Communications.
Los científicos cartografiaron los cañones utilizando datos obtenidos por la nave espacial robótica Lunar Reconnaissance Orbiter de la NASA y luego emplearon modelos informáticos para determinar las direcciones de flujo y la velocidad de los escombros, que habrían viajado a una velocidad de hasta 3.600 km por hora.
Uno de los cañones, llamado Vallis Planck, mide unos 280 km de largo y 3,5 km de profundidad. El otro, llamado Vallis Schrödinger, mide unos 270 km de largo y 2,7 km de profundidad.
El impacto se produjo durante un período de intenso bombardeo en el sistema solar interior por rocas espaciales que se cree fueron desprendidas a raíz de un cambio en las órbitas de los planetas gigantes del sistema solar -Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno- que se cree se produjo en esa época.
Se calcula que el objeto que impactó contra la Luna tenía unos 25 km de diámetro, mayor que el asteroide que golpeó la Tierra hace 66 millones de años y condenó a los dinosaurios.
“Cuando el asteroide o cometa impactó contra la superficie lunar, excavó un enorme volumen de roca que fue lanzada al espacio por encima de la superficie lunar antes de volver a caer. Esos escombros chocaron contra la superficie en impactos más pequeños, tallando los cañones. Junto a los cañones, los escombros habrían cubierto el paisaje”, explicó Kring.
Los cañones son cicatrices en línea recta en la superficie lunar, que se extienden hacia el exterior desde un cráter de impacto grande y redondo, con cráteres más pequeños de impactos no relacionados también en las proximidades.
Se trata de uno de los últimos grandes impactos sobre las superficies de la Luna y la Tierra durante este período de bombardeo en los inicios del sistema solar. La Luna aún conserva estas cicatrices en su superficie, mientras que la Tierra no.
Los nuevos hallazgos tienen relevancia para la exploración lunar en los próximos años. La cuenca de impacto de Schrödinger se encuentra cerca de la zona de exploración de la misión Artemis de la NASA, que pretende llevar astronautas a la Luna por primera vez desde los alunizajes del Apolo en los años setenta.
“Como los restos del impacto de Schrödinger fueron lanzados lejos del polo sur lunar, las rocas antiguas de la región polar estarán en la superficie o cerca de ella, donde los astronautas de Artemis podrán recogerlas. Así, será más fácil para los astronautas recoger muestras de la época más temprana de la historia lunar”, explicó Kring.
Esas rocas permitirán a los científicos probar la hipótesis de que la Luna se creó cuando un gran elemento colisionó con la Tierra y envió material fundido al espacio, así como la hipótesis de que la superficie lunar en sus inicios era un océano de magma, añadió Kring.
(Reporte de Will Dunham. Editado en español por Javier Leira)