Trump promete tomar el control de Gaza y crear la “Riviera de Oriente Próximo”

Por Jeff Mason, Matt Spetalnick y Steve Holland

WASHINGTON, 5 feb (Reuters) -El presidente Donald Trump dijo que Estados Unidos se haría cargo de Gaza, devastada por la guerra, y crearía una “Riviera de Oriente Próximo” tras reasentar a los palestinos en otros lugares, rompiendo décadas de política estadounidense sobre el conflicto palestino-israelí y provocando la condena regional.

La sorprendente decisión de Trump, antiguo promotor inmobiliario neoyorquino, fue rápidamente condenada por Arabia Saudí, peso pesado de la región, que Trump espera que establezca lazos con Israel.

Trump, en su primer gran anuncio sobre política en Oriente Próximo, dijo que se imaginaba construir un complejo turístico donde las comunidades internacionales pudieran vivir en armonía. El yerno y exasesor de Trump, Jared Kushner, describió el año pasado Gaza como una “valiosa” propiedad frente al mar.

La atrevida propuesta provocó una conmoción diplomática en Oriente Próximo y en todo el mundo. China dijo que se oponía al desplazamiento forzoso de palestinos y Turquía calificó la propuesta de “inaceptable”.

“China siempre ha creído que el principio básico de la gobernanza posconflicto es que los palestinos gobiernen Palestina”, dijo Lin Jian, portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino, que añadió que Pekín respalda una solución de dos Estados en la región.

Un representante del grupo miliciano palestino Hamás, que gobernó la Franja de Gaza antes de luchar contra Israel en una brutal guerra allí, dijo que los comentarios de Trump sobre la toma del enclave eran “absurdas y ridículos”.

“Cualquier idea de este tipo es capaz de incendiar la región”, dijo Sami Abu Zuhri a Reuters, afirmando que Hamás sigue comprometida con el acuerdo de alto el fuego con Israel y con “garantizar el éxito de la negociación en la segunda fase”.

No está claro si Trump seguirá adelante con su polémico plan o simplemente está adoptando una postura extrema como estrategia de negociación.

Trump no dio detalles concretos de su plan, desvelado el martes en una rueda de prensa conjunta con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, de visita en el país.

“Estados Unidos se hará cargo de la Franja de Gaza y también trabajaremos en ella… vamos a desarrollarla, crear miles y miles de puestos de trabajo, y será algo de lo que todo Oriente Próximo podrá estar muy orgulloso”, dijo Trump a los periodistas.

DESPLAZAMIENTO PERMANENTE

El anuncio siguió a la sorprendente propuesta de Trump a primera hora del martes para el reasentamiento permanente de los más de dos millones de palestinos de Gaza en países vecinos, calificando el enclave, donde está en vigor la primera fase de un frágil acuerdo de alto el fuego y liberación de rehenes entre Israel y Hamás, de “lugar de demolición”.

La participación de Estados Unidos directa en Gaza iría en contra de la política seguida desde hace tiempo en Washington y por gran parte de la comunidad internacional, que ha sostenido que Gaza formaría parte de un futuro Estado palestino que incluiría el territorio bajo ocupación israelí de Cisjordania.

La propuesta de Trump plantea dudas sobre si Arabia Saudí, potencia de Oriente Próximo, estaría dispuesta a sumarse a un renovado impulso con mediación estadounidense para una normalización histórica de las relaciones con Israel, aliado de Estados Unidos.

Arabia Saudí, también un aliado clave de Estados Unidos, rechaza cualquier intento de desplazar a los palestinos de su tierra, según dijo el miércoles el Ministerio de Asuntos Exteriores saudí en un comunicado.

Arabia Saudí dijo que no establecería lazos con Israel sin la creación de un Estado palestino, contradiciendo la afirmación de Trump de que Riad no exigía una patria palestina.

El príncipe heredero saudí, Mohamed bin Salmán, ha manifestado la posición del reino de “una manera clara y explícita” que no permite ninguna interpretación bajo ninguna circunstancia, según el comunicado.

Trump dijo que tiene previsto visitar Gaza, Israel y Arabia Saudí, aunque no dijo cuándo tiene previsto realizar dicho viaje.

Netanyahu, al que Trump se refirió en varias ocasiones por su apodo, “Bibi”, no quiso entrar a discutir la propuesta en profundidad más allá de elogiar a Trump por intentar un nuevo enfoque.

El líder israelí, cuyo ejército ha librado más de un año de encarnizados combates con milicianos de Hamás en Gaza, dijo que Trump estaba “pensando de manera diferente con ideas frescas” y estaba “mostrando voluntad de perforar el pensamiento convencional”.         LOS PALESTINOS TEMEN OTRA “NAKBA”

El desplazamiento es un tema muy sensible tanto entre los palestinos como entre los países árabes.

Mientras arreciaban los combates en la guerra de Gaza, los palestinos temían sufrir otra “Nakba”, o catástrofe, la época en que cientos de palestinos fueron expulsados de sus hogares durante la guerra de 1948, en el nacimiento del Estado de Israel.

“Trump puede irse al infierno, con sus ideas, con su dinero y con sus creencias. Nosotros no vamos a ninguna parte. No somos uno de sus activos”, dijo a Reuters Samir Abu Basil, de 40 años, padre de cinco hijos y residente en la ciudad de Gaza, a través de una aplicación de chat.

“Lo más fácil para él si quiere resolver este conflicto es coger a los israelíes y ponerlos en uno de los estados de allí. Ellos son los extranjeros y no los palestinos. Nosotros somos los dueños de la tierra”.

Estados Unidos había liderado meses de diplomacia para conseguir que Arabia Saudí, uno de los Estados árabes más poderosos e influyentes, normalizara los lazos con Israel y reconociera al país. Pero la última guerra de Gaza, que comenzó en octubre de 2023, llevó a Riad a dar carpetazo al asunto ante la ira árabe por la ofensiva israelí.

A Trump le gustaría que Arabia Saudí siguiera los pasos de países como Emiratos Árabes Unidos, centro neurálgico del comercio y los negocios en Oriente Próximo, y Baréin, que firmaron los llamados Acuerdos de Abraham en 2020 y normalizaron sus lazos con Israel.

Al hacerlo, se convirtieron en los primeros Estados árabes en un cuarto de siglo en romper un antiguo tabú.

El martes, Trump instó a Jordania, Egipto y otros Estados árabes a acoger a los habitantes de Gaza, afirmando que los palestinos no tenían otra alternativa que abandonar la franja costera, que debe ser reconstruida tras casi 16 meses de una guerra devastadora entre Israel y los milicianos de Hamás.

Una evaluación de daños de la ONU publicada en enero mostró que limpiar los más de 50 millones de toneladas de escombros que quedaron en Gaza tras los bombardeos israelíes podría llevar 21 años y costar hasta 1.200 millones de dólares.

(Información de Nidal Al-Mughrabi y Colleen Howe en Pekín; redacción de Michael Georgy; edición de Himani Sarkar, Michael Perry, Toby Chopra y Sharon Singleton; editado en español por Héctor Espinoza y María Bayarri Cárdenas)

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