El alto el fuego es la única forma de que los rehenes israelíes vuelvan a casa, según un portavoz de Hamás

Por Nidal al-Mughrabi

EL CAIRO, 11 feb (Reuters) – Un portavoz de Hamás dijo el martes que los rehenes israelíes sólo podrán volver a casa desde Gaza si se respeta el frágil alto el fuego, rechazando el “lenguaje de amenazas” después de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijera que “dejaría que se desatara el infierno” si no eran liberados.

Hamás ha empezado a liberar gradualmente a algunos rehenes tras el alto el fuego en vigor desde el 19 de enero, pero ha pospuesto la liberación de más rehenes hasta nuevo aviso, al acusar a Israel de violar los términos al continuar los ataques contra la Franja de Gaza.

Trump, estrecho aliado de Israel, dijo el lunes que Hamás debía liberar a todos los rehenes en su poder antes del mediodía del sábado o propondría cancelar el alto el fuego entre Israel y Hamás.

El primer ministro Benjamin Netanyahu dijo que Israel seguía decidido a recuperar a todos los rehenes.

“Seguiremos tomando medidas decididas y despiadadas hasta que devolvamos a todos nuestros rehenes, los vivos y los fallecidos”, dijo en un comunicado en el que lamentaba la muerte del israelí Shlomo Mansour después de que el ejército confirmara que había muerto durante el ataque de Hamás del 7 de octubre de 2023, que desencadenó la guerra de Gaza.

Trump ha enfurecido a los palestinos y a los líderes árabes y ha puesto patas arriba décadas de política estadounidense que respaldaban una posible solución de dos Estados en la región al tratar de imponer su visión de Gaza, devastada por una ofensiva militar israelí y con escasez de alimentos, agua y refugio, y que necesita ayuda exterior.

“Trump debe recordar que hay un acuerdo que debe respetarse por ambas partes, y esta es la única manera de traer de vuelta a los prisioneros (israelíes). El lenguaje de las amenazas no tiene ningún valor y sólo complica las cosas”, dijo a Reuters el portavoz de Hamás, Sami Abu Zuhri.

Trump ha dicho que Estados Unidos debería tomar el control de Gaza, donde muchas casas se han convertido en montones de cemento, polvo y metal retorcido tras meses de guerra, y desalojar a sus más de 2 millones de residentes para que el enclave palestino se convierta en la “Riviera de Oriente Próximo”.

Trump se reúne el martes con el rey Abdulah de Jordania en lo que probablemente será un encuentro tenso tras la idea de reurbanización de Gaza del presidente, incluida la amenaza de cortar la ayuda al país árabe aliado de Estados Unidos si se niega a reasentar a los palestinos.

El desplazamiento forzoso de una población bajo ocupación militar es un crimen de guerra prohibido por las convenciones de Ginebra de 1949.

La guerra de Gaza, que se desencadenó tras los ataques de Hamás contra territorio israelí el 7 de octubre de 2023, está en pausa desde mediados de enero por el acuerdo de alto el fuego entre Israel y Hamás en el que mediaron Qatar, Egipto y Estados Unidos.

“Tenemos que dar un ultimátum a Hamás. Cortar la electricidad y el agua, paralizar la ayuda humanitaria. Abrir las puertas del infierno”, dijo el ultraderechista ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich, en una conferencia del Instituto de Estrategia y Política Ultraortodoxa.

EL JEFE DE LA ONU ADVIERTE DE UNA “INMENSA TRAGEDIA”

Más de 47.000 palestinos han muerto en los últimos 16 meses, según el Ministerio de Sanidad de Gaza, y casi toda la población de Gaza se ha desplazado internamente por el conflicto, que ha provocado una crisis de hambre.

Unas 1.200 personas murieron en los ataques de 2023 dirigidos por Hamás contra comunidades del sur de Israel y unas 250 fueron llevadas a Gaza como rehenes, según los recuentos israelíes.

Las ideas de Trump, que también incluyen la amenaza de cortar la ayuda a Egipto si no acoge a palestinos, han introducido una nueva dificultad en una dinámica regional delicada y explosiva, incluido el inestable alto el fuego entre Israel y Hamás.

Para Jordania, el discurso de Trump de reasentar a unos 2 millones de gazatíes se acerca peligrosamente a su pesadilla de una expulsión masiva de palestinos tanto de Gaza como de Cisjordania, que replica una visión de Jordania como hogar palestino alternativo que desde hace tiempo propagan los israelíes de derechas.

La preocupación de Ammán se amplifica por el aumento de la violencia en su frontera con Cisjordania, ocupada por Israel, donde las esperanzas palestinas de convertirse en un Estado se ven rápidamente erosionadas por la expansión de los asentamientos judíos.

El secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, dijo el martes en X que debía evitarse a toda costa una reanudación de las hostilidades porque ello provocaría una “inmensa tragedia”.

“Hago un llamamiento a Hamás para que proceda a la liberación prevista de los rehenes. Ambas partes deben cumplir plenamente sus compromisos en el acuerdo de alto el fuego y reanudar negociaciones”, dijo.

La idea de una solución de dos Estados se ha desvanecido desde 2014, cuando se estancaron los intentos palestinos e israelíes de alcanzar la paz en una de las regiones más volátiles y violentas del mundo.

(Información de Nidal al Mughrabi; redacción de Michael Georgy; edición de Peter Graff y Timothy Heritage; edición en español de María Bayarri Cárdenas)

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