Por Michelle Nichols y Maya Gebeily
NACIONES UNIDAS/BEIRUT, 14 feb (Reuters) – Estados Unidos ha advertido a las organizaciones de la ONU UNICEF y ONU Mujeres contra cualquier énfasis en la diversidad, la equidad, la inclusión y la ideología de género, lo que ha llevado a un responsable de alimentación de la ONU a aconsejar a algunos miembros del personal que moderen el lenguaje en estas cuestiones para evitar la indignación de Washington.
Desde que regresó al poder el 20 de enero, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se ha centrado en eliminar las prácticas de diversidad, equidad e inclusión (DEI) y cualquier promoción de la “ideología de género” en el Gobierno federal, y ha animado al sector privado a seguir su ejemplo.
Ahora Washington tiene a Naciones Unidas en su punto de mira, poniendo nerviosas a agencias del organismo mundial porque podrían perder miles de millones de dólares en financiación voluntaria de Estados Unidos, mientras Trump y el multimillonario Elon Musk buscan formas de recortar el gasto público.
“Estados Unidos da demasiados fondos a la ONU y entidades asociadas”, publicó Musk en la red social X el lunes.
En las últimas tres semanas, Trump ha puesto fin a la colaboración de Estados Unidos con el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, ha ampliado la suspensión de la financiación de la agencia palestina de ayuda humanitaria UNRWA y ha ordenado una revisión de la agencia cultural de la ONU, la UNESCO.
Washington es el mayor contribuyente de la ONU, seguido de China, con el 22% del presupuesto básico y el 27% del presupuesto para el mantenimiento de la paz. Según la ONU, Estados Unidos debe actualmente un total de 2.800 millones de dólares. Estos pagos no son voluntarios.
La semana pasada, en las reuniones de las juntas ejecutivas de UNICEF, la agencia de la ONU para la infancia, y ONU Mujeres, que trabaja en favor de la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres, Estados Unidos expuso su oposición a que cualquiera de los dos organismos promueva las DEI y la “ideología de género”, término poco preciso que hace referencia a opiniones no tradicionales sobre el sexo y el género.
Estados Unidos forzó la primera votación de la historia de la junta ejecutiva de UNICEF, creada en 1946 y compuesta por 36 miembros, sobre la adopción de documentos rutinarios. Estados Unidos había intentado sin éxito enmendarlos para pedir a UNICEF que suprimiera la programación DEI o “ideología de género”, “a fin de promover la igualdad de oportunidades para todos” y “promover y subrayar la realidad biológica”.
Tras la votación del pasado viernes, el embajador adjunto de Eritrea ante la ONU, Amanuel Giorgio, que hablaba en nombre de los ocho miembros africanos de la junta, subrayó la importancia de las DEI en los programas de UNICEF para “garantizar que ningún niño se quede atrás”.
El diplomático estadounidense Jonathan Shrier dijo a la junta que los programas de diversidad, equidad, inclusión y accesibilidad “violan el texto y el espíritu de nuestras leyes al sustituir el trabajo duro, el mérito y la igualdad por una jerarquía preferencial divisoria y peligrosa”.
“Además, la política de Estados Unidos es reconocer dos sexos, masculino y femenino, y no promover la ideología de género”, dijo Shrier. “Es especialmente preocupante que este lenguaje se utilice en los documentos de programación de UNICEF; los niños deberían estar protegidos de esta peligrosa ideología y de sus posibles resultados”.
Cuando se le pidió a UNICEF que respondiera, dijo a Reuters que aprecia el trabajo de la junta y que se toma en serio los comentarios de sus miembros, que añadió: “Como han destacado muchos miembros de la junta, UNICEF tiene el mandato de salvaguardar los derechos de todos los niños en todo el mundo”.
UNICEF está dirigida por la directora ejecutiva Catherine Russell, exasesora principal del predecesor de Trump, Joe Biden, a quien le quedan unos dos años de mandato. Según los últimos datos disponibles, Estados Unidos fue el mayor donante de UNICEF en 2023, aportando más de 1.400 millones de dólares.
EVITAR LA “NOMENCLATURA ESPECÍFICA”
De cara a la reunión de la junta ejecutiva del Programa Mundial de Alimentos de la ONU de la semana que viene, el servicio de Protección e Inclusión de Género del PMA envió una nota a algunos colegas —a la que tuvo acceso Reuters— en la que ofrecía consejos sobre cómo hablar de la diversidad de su trabajo “a la luz de las recientes comunicaciones procedentes de la Casa Blanca”.
“En concreto, recomendamos utilizar un lenguaje descriptivo en lugar de una nomenclatura específica”, decía la nota.
“Por favor, eviten el lenguaje controvertido, incluida la terminología LGBTQI+ y SOGIESC… evitemos combinar diversidad, equidad, inclusión y/o accesibilidad en una sola declaración u oración”, decía. SOGIESC es un acrónimo de orientación sexual, identidad y expresión de género y características sexuales.
El PMA, dirigido por la estadounidense Cindy McCain, no respondió a una solicitud de comentarios sobre la nota. En 2024, Estados Unidos fue el mayor donante del PMA, con más de 4400 millones de dólares.
Esta misma semana, Estados Unidos también presionó a ONU Mujeres para que evitara centrarse en “causas radicales como las DEI y la ideología de género, ninguna de las cuales mejorará el funcionamiento de ONU Mujeres y ambas son degradantes, injustas y peligrosas para las mujeres y las niñas”.
La directora ejecutiva de ONU Mujeres, Sima Bahous, agradeció a Estados Unidos su comentario en la reunión del lunes, y añadió: “ONU Mujeres siempre acoge con satisfacción cualquier revisión de nuestro trabajo”. En 2023, EEUU donó casi 19 millones de dólares a la organización.
Cuando se le pidió que comentara sobre la oposición de EE. UU. a la DEI y a la “ideología de género”, el portavoz de la ONU, Stephane Dujarric, dijo que el organismo mundial, de casi 80 años de antigüedad, se esfuerza por defender los valores de la Carta fundacional de la ONU.
Señaló que la Carta “se esfuerza por reafirmar la fe en los derechos humanos fundamentales, en la dignidad y el valor de la persona humana, en la igualdad de derechos de hombres y mujeres y de naciones grandes y pequeñas”.
(Información de Michelle Nichols y Maya Gebeily; redacción de Michelle Nichols; edición de Diane Craft; edición en español de María Bayarri Cárdenas)