Por Joshua McElwee
ROMA, 15 feb (Reuters) – El papa Francisco prosigue su tratamiento contra una infección respiratoria en el hospital, donde permanecerá el tiempo que sea necesario, informó el sábado un portavoz del Vaticano.
“Veremos cómo reacciona al tratamiento”, dijo Matteo Bruni, director de la oficina de prensa del Vaticano. “No tengo una fecha precisa (para el alta)”.
El Santo Padre durmió bien en el hospital el viernes por la noche, y su fiebre no subió durante la noche, dijo Bruni. Se espera que Francisco continúe recibiendo pruebas de diagnóstico el sábado, agregó.
Un funcionario del Vaticano, hablando sin autorización, dijo que el Papa no tenía fiebre el sábado por la mañana.
El Sumo Pontífice, de 88 años, ha estado sufriendo de bronquitis durante más de una semana y fue llevado al hospital Gemelli de Roma para recibir tratamiento el viernes por la mañana.
El hospital Gemelli, el más grande de Roma, tiene una suite especial para tratar a los papas, y es conocido especialmente por haber tratado a menudo al difunto Juan Pablo II durante su largo papado. Francisco pasó nueve días en el Gemelli en junio de 2023, cuando fue operado de una hernia abdominal.
Fuera del hospital el sábado, grupos de personas se reunían bajo una famosa estatua de Juan Pablo II para rezar por Francisco.
“Nos enteramos ayer por la mañana, con tristeza”, dijo Giovanni Di Muro, un italiano que visitaba a su hijo en el hospital. “Esperamos que no sea nada grave y que todo vaya bien”.
El Vaticano dijo el viernes por la noche que las pruebas diagnósticas indicaban que Francisco tenía una infección de las vías respiratorias.
Francisco, Sumo Pontífice desde 2013, ha tenido gripe y otros problemas de salud varias veces en los últimos dos años. De joven desarrolló un caso de pleuresía y le extirparon parte de uno de sus pulmones, y en los últimos tiempos ha sido propenso a las infecciones pulmonares.
Francisco padece problemas respiratorios desde mediados de diciembre. En enero y febrero renunció a leer sus discursos en varios actos públicos, a los que asistió pero en los que pidió a sus ayudantes que leyeran lo que había preparado.
(Reporte de Joshua McElwee y Giselda Vagnoni, reporte adicional de Veronica Altimari; Editado en Español por Ricardo Figueroa)