El jefe de Hezbolá afirma que Israel debe retirarse totalmente de Líbano antes del 18 de febrero

BEIRUT, 17 feb (Reuters) – El máximo dirigente del grupo armado libanés Hezbolá dijo el domingo que las tropas israelíes deben retirarse totalmente del territorio libanés antes de la fecha límite del 18 de febrero, afirmando que no tienen “ningún pretexto” para mantener una presencia militar en ningún puesto del sur de Líbano.

En virtud de una tregua negociada por Washington en noviembre, se concedió a las tropas israelíes un plazo de 60 días para retirarse del sur del Líbano, donde habían librado una ofensiva terrestre contra combatientes de Hezbolá, apoyada por Irán, desde principios de octubre.

Ese plazo se amplió posteriormente hasta el 18 de febrero, pero los militares israelíes solicitaron mantener tropas en cinco puestos del sur de Líbano, según informaron fuentes a Reuters la semana pasada.

En un discurso televisado grabado, el secretario general de Hezbolá, Naim Qasem, dijo: “Israel debe retirarse completamente el 18 de febrero, no tiene pretexto, ni cinco puntos ni otros detalles… este es el acuerdo”.

Qasem dijo que cualquier presencia militar israelí en suelo libanés después del 18 de febrero sería considerada una fuerza de ocupación.

“Todo el mundo sabe cómo se trata una ocupación”, dijo Qasem, sin amenazar explícitamente con que su grupo reanudaría los ataques contra Israel.

La radiotelevisión pública israelí afirmó el miércoles que Estados Unidos había autorizado una presencia de tropas israelíes “a largo plazo” en el sur de Líbano.

Durante la emisión del discurso de Qasem, al menos tres ataques aéreos israelíes alcanzaron el valle oriental libanés de Bekaa. El ejército israelí dijo que había realizado ataques tras identificar actividad de Hezbolá en lugares que contenían lanzacohetes y otras armas.

Qasem también pidió al Gobierno libanés que reconsiderara su prohibición de que los vuelos iraníes aterrizaran en Beirut.

Las autoridades libanesas prohibieron el aterrizaje de los vuelos hasta el 18 de febrero tras las acusaciones israelíes de que Teherán estaba utilizando aviones civiles para introducir dinero en efectivo en Beirut con el fin de armar a Hezbolá.

La decisión dejó varados a decenas de ciudadanos libaneses en Irán, donde habían realizado una peregrinación religiosa con planes de regresar a través de la compañía aérea iraní Mahan Air. Líbano envió dos de sus propios aviones para recogerlos, pero Irán les prohibió aterrizar en Teherán.

Hezbolá organizó una protesta ante el aeropuerto de Beirut el sábado, en la que sus partidarios recibieron gases lacrimógenos de las tropas libanesas.

Qasem describió la prohibición libanesa a los aviones iraníes como “la aplicación de una orden israelí”.

“Dejemos que el avión aterrice y veremos qué hace Israel”, dijo.

(Información de Maya Gebeily; edición de Jan Harvey; edición en español de Jorge Ollero Castela)

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