Por Humeyra Pamuk
RIAD, 18 feb (Reuters) – Estados Unidos y Rusia dijeron el martes que acordaron seguir adelante con los esfuerzos para poner fin a la guerra en Ucrania, después de mantener conversaciones en la capital saudí en las que Kiev no estuvo representada.
La reunión de cuatro horas y media en Riad marcó un momento crucial: fue la primera vez que funcionarios estadounidenses y rusos se sentaron juntos para discutir formas de detener el conflicto más mortífero en Europa desde la Segunda Guerra Mundial. Ucrania dice que no aceptará ningún acuerdo que se le imponga sin su consentimiento.
Incluso antes de las conversaciones, el nuevo Gobierno de Donald Trump fue acusado por algunos políticos europeos de ceder ante Moscú la semana pasada al descartar la membresía de Ucrania en la OTAN y decir que era una ilusión que Kiev creyera que puede recuperar el 20% de su territorio que ahora está bajo control ruso.
El asesor de seguridad nacional de Estados Unidos, Mike Waltz, dijo a periodistas en Riad que la guerra debe llegar a un fin permanente, y esto implicaría negociaciones sobre territorio.
“La realidad práctica es que habrá algunas discusiones sobre territorio y habrá algunas discusiones sobre garantías de seguridad”, destacó. a
Al abordar las preocupaciones de Ucrania y Europa, el secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, dijo que nadie estaba siendo dejado de lado, que la Unión Europea debía involucrarse en algún momento y que cualquier solución debía ser aceptable para todas las partes.
Sin embargo, incluso durante la reunión en la capital saudita, Rusia endureció sus exigencias.
La portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, Maria Zakharova, dijo a la prensa en Moscú que “no basta” con que la OTAN no admita a Ucrania como miembro, sino que debe ir más allá y renegar de la promesa que hizo a Kiev en una cumbre en Bucarest en 2008 de que se uniría en el futuro.
“De lo contrario, este problema seguirá envenenando la atmósfera del continente europeo”, dijo.
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, ha exigido constantemente la membresía en la OTAN como la única forma de garantizar la soberanía e independencia de Kiev respecto de su vecino con armas nucleares.
Ucrania acordó renunciar a sus armas nucleares de la era soviética en 1994 a cambio de garantías de independencia y soberanía dentro de sus fronteras existentes por parte de Rusia, Estados Unidos y Gran Bretaña.
Mientras los países europeos debaten la posibilidad de contribuir con fuerzas de paz para respaldar cualquier acuerdo de paz en Ucrania, el ministro de Asuntos Exteriores ruso, Sergei Lavrov, también dijo en Riad que Moscú no aceptaría el despliegue de soldados de la OTAN en ese país, cualquiera que sea la bandera con la que operen.
“Por supuesto, esto es inaceptable para nosotros”, afirmó.
Los comentarios de Lavrov y Zakharova señalaron que Rusia seguirá presionando para obtener más concesiones en las negociaciones, cuyo encuentro inaugural vio a Lavrov y al asistente de política exterior del Kremlin, Yuri Ushakov, negociar con tres funcionarios del Gobierno de Trump en su primer mes en el trabajo.
“UN PROCESO SERIO”
Ambas partes dijeron que no se había fijado una fecha para una reunión entre Trump y el presidente ruso Vladimir Putin, que ambos dicen desear.
Pero la rápida diplomacia, que comenzó con una llamada telefónica entre Putin y Trump seis días antes, ha disparado la alarma en Ucrania y las capitales europeas de que los líderes podrían llegar a un acuerdo que ignore sus intereses de seguridad, recompense a Moscú por su invasión y deje a Putin libre para amenazar a Ucrania u otros países en el futuro.
La portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos, Tammy Bruce, dijo que las partes acordaron designar “equipos de alto nivel para comenzar a trabajar en un camino para poner fin al conflicto en Ucrania lo antes posible de una manera que sea duradera, sostenible y aceptable para todas las partes”.
El negociador ruso Ushakov dijo a periodistas después de más de cuatro horas de conversaciones: “Fue una conversación muy seria sobre todas las cuestiones que queríamos abordar”.
Rubio dijo que estaba convencido de que la parte rusa está “dispuesta a comenzar a participar en un proceso serio para determinar cuán rápidamente y a través de qué mecanismo se puede poner fin a esta guerra”.
Lavrov dijo que había “gran interés” en levantar las barreras económicas entre los dos países, después de que Estados Unidos y otros países occidentales impusieron sanciones a Moscú por la guerra.
Rubio no se comprometió cuando se le preguntó si estas restricciones podrían eliminarse.
“Hay otras partes que tienen sanciones. La Unión Europea tendrá que estar en la mesa en algún momento, porque también tienen sanciones que se han impuesto”, dijo.
(Reporte de Humeyra Pamuk; redacción de Simon Lewis, Michael Georgy y Lidia Kelly; edición en español de Javier López de Lérida)