Por Michael S. Derby
NUEVA YORK, 26 feb (Reuters) – La economía de Estados Unidos podría sufrir una nueva sacudida inflacionista si el gobierno de Trump cumple plenamente con los aranceles a las importaciones chinas, según un documento de investigación de la Reserva Federal de Nueva York publicado el miércoles.
El anuncio del presidente Donald Trump de aplicar impuestos a la importación de paquetes de bajo costo “de minimis” procedentes de China está en cuestión. Trump había intentado derogar los acuerdos de exención de aranceles para estos bienes de pequeño valor que entran en Estados Unidos, pero luego pausó esa acción a principios de este mes, al igual que los aranceles a otros grandes socios comerciales.
El documento de la Fed de Nueva York argumenta que los transportistas a pequeña escala de productos chinos habían sido clave para amortiguar el impacto de los aranceles durante la presidencia de Trump entre 2017 y 2021.
“La rápida expansión de las ventas directas al consumidor de bajo valor de China ha permitido que una cantidad muy sustancial de comercio eluda por completo todos los aranceles que se han impuesto a China a partir de 2018”, escribió Hunter Clark, asesor de política económica de la Fed de Nueva York.
Este cambio ha sugerido que puede haber hasta 50 mil millones de dólares en “importaciones faltantes” vinculadas a las importaciones de precios pequeños que podrían estar en línea para los aranceles.
“Los consumidores estadounidenses podrían enfrentarse a consecuencias más graves de lo que parece por el reciente aumento arancelario de 10 puntos porcentuales si se pone fin a la excepción ‘de minimis’ para China y los vendedores chinos no recortan sus márgenes de beneficio reduciendo sus precios de exportación”, escribió Clark.
Como con todos los aranceles, la clave es si el impuesto traspasado o si los productores encuentran una forma de bajar los precios para compensar el impacto. Trump ha argumentado en repetidas ocasiones que los aranceles los paga el país productor, pero en realidad actúan como un impuesto sobre los consumidores estadounidenses.
Los economistas sostienen desde hace tiempo que la agenda arancelaria de Trump, unida a sus planes de deportar a los trabajadores indocumentados, probablemente impulsará las presiones inflacionistas en un momento en que habían estado disminuyendo.
Los funcionarios del banco central de Estados Unidos han dudado en decir cómo están evaluando los aranceles en sus perspectivas, aunque el gobernador de la Fed, Christopher Waller, dijo la semana pasada que su “postura base es que cualquier imposición de aranceles solo aumentará modestamente los precios y de manera no persistente”, y agregó: “Estoy a favor de mirar a través de estos efectos al establecer la política monetaria”.
Las autoridades de la Fed, sin embargo, hacen mucho hincapié en la importancia de las expectativas de inflación, pues creen que estas previsiones ejercen una fuerte influencia en las presiones sobre los precios. Y cada vez más, el público y las empresas parecen estar preparándose para precios más altos.
El Conference Board informó el martes de un gran retroceso en los niveles de confianza de los consumidores el mes pasado y de un enorme salto en la inflación esperada de aquí a un año. “Hubo un fuerte aumento en las menciones al comercio y los aranceles” de los encuestados, dijo el Conference Board, “de vuelta a un nivel no visto desde 2019″. Más notablemente, los comentarios sobre el gobierno actual y sus políticas dominaron las respuestas”.
(Reporte de Michael S. Derby; Editado en español por Héctor Espinoza)