Una laguna legal del Gobierno de Trump trunca las ayudas a la investigación de enfermedades en EEUU

Por Julie Steenhuysen, Ahmed Aboulenein y Robin Respaut

WASHINGTON, 26 feb (Reuters) – El Gobierno de Trump lleva semanas bloqueando el proceso que tramitan los Institutos Nacionales de Salud (NIH, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos para emitir nuevas subvenciones de investigación, tales como las que se utilizarían para estudios sobre la enfermedad de Lyme o enfermedades pulmonares y cardíacas, según investigadores, un alto cargo saliente de los NIH y documentos.

El Gobierno está utilizando una laguna jurídica para retener el dinero. La administración de Trump ordenó a estos centros de investigación sobre la salud que no dieran un paso crucial en el proceso de aprobación: la publicación en el Registro Federal de las convocatorias de subvenciones, según muestran los documentos.

La prohibición de publicar tales avisos afectó al proceso de concesión de subvenciones en dos fases de los NIH, que implica revisiones preliminares por parte de expertos externos y una revisión final en la que se aprueba finalmente la subvención.

El lunes, los NIH dijeron que permitían la publicación de algunos de los avisos de reuniones preliminares en el Registro Federal, según un correo electrónico interno al que tuvo acceso Reuters, pero un sitio web interno del centro sigue prohibiendo la publicación por parte de los comités de revisión de subvenciones, los llamados consejos asesores, que siguen en suspenso.

The Transmitter y Nature adelantaron la noticia.

El presidente Donald Trump y Elon Musk, la persona más rica del mundo y estrecho asesor de Trump, han tratado de recortar drásticamente el gasto público, incluido el presupuesto anual de 47.000 millones de dólares de los NIH.

La institución había dicho el 7 de febrero que planeaba recortar drásticamente la financiación de subvenciones a organizaciones de investigación tales como universidades y hospitales, pero la decisión fue paralizada por la orden de un juez estadounidense tres días después, que se prorrogó la semana pasada.

La orden judicial del 10 de febrero significa que los NIH deberían estar funcionando con normalidad. Sin embargo, “no es así, porque están poniendo barreras para asegurarse de que no podamos hacerlo”, dijo Nate Brought, que dimitió el 17 de febrero como director de la Oficina de la Secretaría Ejecutiva, en parte debido al retraso en la publicación de las convocatorias de reuniones.

La senadora estadounidense Patty Murray, de Washington, miembro principal del comité de salud del Senado, dijo en un comunicado de prensa del 21 de febrero que la retención era ilegal. “Trump y Elon están asfixiando el trabajo de los investigadores del cáncer con tanta burocracia que los laboratorios y los ensayos clínicos se verán obligados a cerrar”, dijo.

“TIEMPOS QUE ASUSTAN”

Brian Stevenson, profesor de microbiología de la Universidad de Kentucky, estudia la Borrelia burgdorferi, la bacteria en forma de espiral que causa la enfermedad de Lyme que transmiten las garrapatas y que afecta a más de 475.000 personas en Estados Unidos cada año, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades.

La semana pasada tenía tres subvenciones que debían someterse a una revisión preliminar por expertos denominada sección de estudio, pero esas reuniones se cancelaron abruptamente.

Sin financiación, Stevenson dice que tendrá que cerrar su laboratorio a finales de este año y sus estudiantes de posgrado se enfrentan a un futuro incierto.

“Podrían graduarse pronto. Pero, ¿qué van a hacer? ¿Cuáles van a ser los puestos de trabajo? Vivimos tiempos que asustan”, dijo.

(Información de Julie Steenhuysen en Chicago, Ahmed Aboulenein en Washington y Robin Respaut en San Francisco; edición de Caroline Humer y Bill Berkrot; edición en español de Jorge Ollero Castela)

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