Por Jennifer Rigby y Nellie Peyton
LONDRES/JOHANNESBURGO, 27 feb (Reuters) – Los proyectos de salud financiados por Estados Unidos en el mundo, incluidos los que dan atención que salvan vidas, recibieron notificaciones de finalización el jueves, cuando la administración del presidente Donald Trump está a punto de completar una revisión que garantice que las subvenciones estén alineadas con su política de “Estados Unidos primero”.
Trump ordenó una pausa de 90 días de toda la ayuda exterior en enero a la espera de evaluaciones sobre si los proyectos son coherentes con la nueva política exterior.
El secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, ha desestimado las preocupaciones de que Washington esté poniendo fin a la ayuda exterior, afirmando que se habían concedido exenciones a la ayuda vital.
Sólo unas semanas después, la administración decidió poner fin a más del 90% de los programas en el mundo, según un documento judicial del 25 de febrero, incluidos muchos que inicialmente estaban cubiertos por exenciones, como la labor de lucha contra el VIH, así como programas sanitarios más amplios.
A varios de los mayores programas contra el VIH/SIDA financiados por Estados Unidos en Sudáfrica se les comunicó que no se reanudaría su financiación, según tres altos dirigentes de organizaciones sanitarias, mientras que a una organización mundial sin ánimo de lucro que trabaja contra la malaria y por la salud materna y neonatal se le cancelaron la mayoría de sus contratos.
ONUSIDA, la agencia de las Naciones Unidas que lucha contra el VIH y el sida, vio cancelado su contrato con la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), mostraron documentos revisados por Reuters.
Khana en Camboya, una organización dedicada al VIH y la tuberculosis, también recibió un aviso de rescisión, según una fuente familiarizada con su trabajo.
No hubo respuesta inmediata a una solicitud de comentarios del Departamento de Estado estadounidense.
Reuters no pudo determinar de inmediato cuántas organizaciones se han visto afectadas en todo el mundo, ni cuáles han sido exactamente los criterios de rescisión.
“El secretario Rubio y el administrador adjunto (Peter) Marocco (de USAID) han determinado que su adjudicación no se ajusta a las prioridades de la Agencia y han decidido que continuar con este programa no es de interés nacional”, dice la notificación recibida por las organizaciones, a la que tuvo acceso Reuters.
La presidenta de la Sociedad Internacional del Sida, Beatriz Grinsztejn, se refirió a los recortes en todo el mundo: “Los recortes de financiación de Estados Unidos están desmantelando el sistema. El tratamiento del VIH se está desmoronando. Los servicios de tuberculosis están colapsando (…) Hay vidas en juego”. Su organización no se ve directamente afectada.
Algunos de los programas recortados en Sudáfrica prestaban servicios relacionados con el VIH/sida a grupos vulnerables, como las personas LGBT+ y los profesionales del sexo.
Otros proporcionaban pruebas del VIH y servicios a la población general, dijo Francois Venter, director ejecutivo del Centro de Investigación Ezintsha de Johannesburgo, que no está financiado por USAID.
Sudáfrica es el país del mundo con mayor número de personas seropositivas, unos 8 millones.
“Los programas que han recibido sus cartas de rescisión esta mañana se encontraban entre los más eficientes y eficaces del país”, dijo Venter, calificándolo de “golpe devastador” para la respuesta sudafricana al VIH.
(Reportaje de Nellie Peyton en Johannesburgo y Jennifer Rigby en Londres; Información adicional de Humeyra Pamuk en Washington, Editado en español por Juana Casas)