Por Jonathan Saul
LONDRES, 6 mar (Reuters) – Estados Unidos planea cobrar tasas por atracar en puertos estadounidenses a cualquier barco que forme parte de una flota que incluya buques construidos en China o con bandera china, y presionará a los aliados para que actúen de forma similar o se enfrenten a represalias, según un borrador de decreto.
El Gobierno del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, está redactando el decreto en un intento por resucitar la construcción naval nacional y debilitar el control de China sobre la industria naviera mundial.
Abordar el creciente dominio de China en los mares y la disminución de la preparación naval de Estados Unidos es un raro punto de consenso entre los legisladores republicanos y demócratas estadounidenses.
Según el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales, los constructores navales chinos representan más del 50% de toda la capacidad de carga de buques mercantes que se produce en el mundo cada año, frente a solo el 5% en 1999.
Este aumento se ha producido a expensas de los constructores navales de Japón y Corea del Sur. La construcción naval estadounidense alcanzó su punto álgido en la década de 1970 y ahora representa una pequeña parte de la producción del sector.
El borrador del decreto, fechado el 27 de febrero y revisado por Reuters el jueves, propone que se impongan tasas a cualquier buque que entre en un puerto estadounidense, “independientemente de dónde haya sido construido o abanderado, si ese buque forma parte de una flota que incluye buques construidos o abanderados en la RPC (República Popular China)”.
No fue posible contactar de inmediato con el Gobierno estadounidense ni con las autoridades chinas para que hicieran comentarios.
El documento se basa en una propuesta de la oficina del Representante de Comercio de Estados Unidos (USTR, por sus siglas en inglés) del mes pasado para imponer tasas de hasta 1,5 millones de dólares a los buques construidos en China que entren en los puertos de EEUU tras una investigación sobre el creciente dominio de China en los sectores de la construcción naval, marítimo y logístico mundiales.
Una diferencia clave es que el borrador del decreto no incluye el texto de la USTR que establece que las tasas portuarias a las flotas se impondrían cuando los buques construidos en China representen el 25% o más de los buques en funcionamiento, previstos para entrega o en pedido.
Tampoco establece el valor en dólares de esas tasas ni cómo se calcularán.
El plan podría infligir costes significativos a los principales transportistas de contenedores, como la china COSCO, la suiza MSC, la danesa Maersk y la taiwanesa Evergreen Marine, así como a los operadores de buques que transportan alimentos, combustible y automóviles a granel.
El consejero delegado de MSC, Soren Toft, dijo esta semana que el mayor portacontenedores del mundo podría visitar menos puertos estadounidenses para limitar su exposición a las nuevas tasas.
(Información de Jonathan Saul en Londres; información adicional de Lisa Baertlein en Los Ángeles; edición de Simon Webb, Diane Craft y Muralikumar Anantharaman; edición en español de Mireia Merino)