CIUDAD DE MÉXICO, 13 mar (Reuters) -El Gobierno mexicano continuará conversando en los próximos días con el de Estados Unidos para convencerlo de la importancia de la integración económica bilateral y llegar mejor posicionado que el resto de países al 2 de abril, cuando entrarán en vigor los aranceles recíprocos anunciados por Washington.
Si bien no descarta la aplicación de aranceles en represalia, el Gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum ha tratado de negociar con el de Donald Trump para que frene los gravámenes y ha logrado en dos ocasiones pausas de un mes a la imposición de las medidas de proteccionismo comercial.
“Podríamos decir que a nuestro país le ha ido mejor o le va a ir mejor que a otros países”, dijo el jueves el secretario de Economía, Marcelo Ebrard. “México esté en mejor condición que cualquier otro país. ¿Por qué? Porque estamos muy integrados, tenemos una cierta excepcionalidad”, agregó.
El funcionario, que habló en la rueda de prensa diaria de la mandataria, detalló que autoridades mexicanas van a tener en los próximos días conversaciones “muy intensas” con la administración de Donald Trump, y tienen que actuar con “firmeza” y “sangre fría”.
Anticipó que uno de los subsecretarios de la cartera de Economía viajará en la presente jornada a Houston para proseguir con los contactos, al tiempo que lamentó la imposición de aranceles al acero y aluminio por parte de Estados Unidos que comenzó a regir el miércoles.
“A nosotros nos parece una mala idea, porque la integración de México y Estados Unidos es muy alta”, afirmó. “Esto va a afectar a muchas industrias”, agregó el secretario, que puso como ejemplo la fabricación de un pistón para el sector automotor que llega a cruzar hasta siete veces la frontera.
Sheinbaum anunció en la víspera que esperará hasta el 2 de abril para decidir si se aplican aranceles recíprocos al acero y aluminio de Estados Unidos. “Hay muchas medidas que se pueden tomar pero no las vamos a tomar intempestivamente”, complementó el jueves Ebrard.
México considera que logrará librarse de los gravámenes estadounidenses en general, pues Trump pretende imponerlos a aquellos que aplican barreras comerciales a sus productos, algo que no sucede con la mayoría de mercancías mexicanas por la existencia del tratado de libre comercio de Norteamérica, TMEC.
(Reporte de Ana Isabel Martínez y Raúl Cortés Fernández. Editado por Natalia Ramos)