Por Alan Baldwin
LONDRES, 20 mar (Reuters) – Eddie Jordan, el carismático empresario irlandés cuya escudería hizo debutar a Michael Schumacher en la Fórmula Uno en 1991, falleció de cáncer en su casa de Sudáfrica a los 76 años, según informó su familia el jueves.
Jordan, que más tarde se convirtió en un experto de la televisión, entró en el mundo de las carreras de Grand Prix del “Piranha Club” con su equipo homónimo con sede en Silverstone en 1991 y permaneció hasta que los problemas financieros llevaron a una venta en 2005. Tras múltiples cambios de nombre y de propiedad, ahora compite como Aston Martin.
“EJ aportó una gran cantidad de carisma, energía y encanto irlandés allá donde iba. Todos sentimos un gran vacío sin su presencia”, dijo la familia en un comunicado. Según dijeron, Jordan falleció en las primeras horas en Ciudad del Cabo con su familia a su lado.
Nacido el 30 de marzo de 1948, Jordan compitió en la serie junior de carreras de motor antes de convertirse en director de pilotos y luego en propietario de un equipo.
En busca de publicidad, el equipo de F1 y su animado propietario aportaron una imagen de “rock and roll” al deporte, con modelos glamurosas cubriendo los autos y muchos titulares sensacionalistas, pero también lograron destacados resultados frente a sus grandes rivales.
El siete veces campeón del mundo alemán Schumacher debutó con ellos en Spa-Francorchamps después de que el piloto belga Bertrand Gachot fue encarcelado por rociar con gas lacrimógeno a un taxista londinense. El equipo andaba escaso de dinero y Schumacher, aún bastante desconocido, estaba disponible y tenía un mánager persuasivo y un fajo de dinero de Mercedes.
El británico Damon Hill, campeón en 1996 con Williams, ganó una carrera con Jordan en 1998. El equipo terminó tercero en la clasificación general, por detrás de Ferrari y McLaren, en el campeonato de constructores de 1999 y ganó cuatro carreras en total.
El director ejecutivo de Fórmula Uno, Stefano Domenicali, exjefe del equipo Ferrari, dijo que estaba profundamente entristecido. “Con su energía inagotable, siempre supo cómo hacer sonreír a la gente, manteniéndose genuino y brillante en todo momento. Eddie fue protagonista de una era de la F1 y lo echaremos mucho de menos”, afirmó.
(Editado en español por Carlos Serrano)