Por Lucia Mutikani
WASHINGTON, 24 mar (Reuters) – La actividad empresarial estadounidense repuntó en marzo, pero los crecientes temores sobre los aranceles a la importación y los profundos recortes del gasto público siguieron pesando sobre la confianza y las perspectivas para el resto del año.
La encuesta de S&P Global del lunes también mostró que una medida de los precios pagados por las empresas por los insumos subió este mes al nivel más alto en casi dos años, con aumentos tanto en la industria manufacturera como en la de servicios. Las empresas también se mostraron reacias a aumentar sus plantillas.
La mejora de la actividad no contribuirá probablemente a disipar los temores de que la economía se enfrente a un periodo de crecimiento muy lento e inflación elevada. La confianza de los consumidores también se ha deteriorado a medida que los hogares se preocupan por el futuro.
El presidente Donald Trump ha impuesto una serie de aranceles a los productos importados desde su regreso a la Casa Blanca, aunque algunos de ellos se han retrasado hasta abril. La administración Trump también se ha embarcado en una ambiciosa campaña para recortar drásticamente el gasto público, despidiendo a miles de trabajadores federales, aunque algunos han recibido la orden de ser readmitidos por los tribunales.
“La confianza empresarial en las perspectivas también se ha oscurecido (…) en gran parte debido a las crecientes preocupaciones sobre los impactos negativos de las recientes iniciativas políticas de la nueva administración”, dijo Chris Williamson, de S&P Global Market Intelligence. “Los más citados fueron las preocupaciones sobre el impacto de los recortes del gasto federal y los aranceles”.
El índice PMI compuesto de producción de Estados Unidos de S&P Global, que analiza los sectores manufacturero y de servicios, aumentó al 53,5 este mes desde 51,6 en febrero. Una lectura por encima de 50 indica expansión en el sector privado.
La encuesta se realizó entre el 12 y el 21 de marzo. El sector servicios fue el responsable del alza del PMI y el manufacturero volvió a la contracción tras dos meses consecutivos de crecimiento.
El PMI parece indicar que la economía está recuperando velocidad tras un bache a mediados del primer trimestre, en parte debido a las tormentas de nieve y las bajas temperaturas. No obstante, los llamados datos duros, incluidas las ventas minoristas y el informe de empleo, han dejado entrever grietas en los cimientos de la economía.
Las estimaciones del Producto Interno Bruto para el primer trimestre están en su mayoría por debajo de una tasa anualizada del 1,5%. La economía creció a un ritmo del 2,3% en el trimestre octubre-diciembre.
La medida de la confianza empresarial del sondeo S&P Global cayó a la segunda lectura más baja desde 2022. Su medida de los precios pagados por las empresas por los insumos saltó a 60,9 -la lectura más alta desde abril de 2023- desde 58,4 en febrero. Se vio impulsado por el indicador manufacturero, que se disparó a un máximo desde agosto de 2022, atribuido a los aranceles y al aumento de los costos de personal.
Los fabricantes repercutieron los mayores costos a los consumidores. Las empresas de servicios también tuvieron que hacer frente al encarecimiento de los insumos, pero su capacidad para subir los precios de sus productos se vio limitada por el aumento de la competencia en un contexto de desaceleración de la demanda.
La medida de los precios que cobran las empresas por sus bienes y servicios subió a 53,6 desde 52,3 el mes pasado.
El índice de nuevos pedidos recibidos por las compañías aumentó hasta 53,3 este mes, desde 51,9 en febrero. El índice de empleo subió al 50,6 desde el 49,4 de enero.
El índice PMI manufacturero cayó a 49,8 desde los 52,7 de febrero, por debajo de los 51,7 previstos por los economistas consultados por Reuters. El índice PMI de servicios avanzó a 54,3 desde 51 del mes pasado, superando la previsión de 50,8 de los expertos.
(Editado en español por Carlos Serrano)
