LONDRES, 26 mar (Reuters) – La propuesta de ley británica de muerte asistida para enfermos terminales podría retrasarse hasta 2029, después de las próximas elecciones, lo que arroja dudas sobre el futuro de la legislación.
En una votación histórica el año pasado, los legisladores respaldaron un proyecto de ley para permitir la muerte asistida, allanando el camino para que Reino Unido siguiera a otros países como Australia, Canadá y algunos estados de Estados Unidos en lo que sería una de sus mayores reformas sociales en una generación.
Sin embargo, el plazo para la aplicación de la nueva ley se retrasará de dos a cuatro años, según los cambios propuestos por la legisladora Kim Leadbeater, promotora del proyecto de ley, de acuerdo con una declaración de su oficina el miércoles.
Según la ley propuesta, los adultos de Inglaterra y Gales mentalmente competentes y con enfermedades terminales a los que les queden seis meses o menos de vida tendrían derecho a poner fin a sus vidas con ayuda médica.
Las encuestas muestran que la mayoría de los británicos respalda la muerte asistida y sus partidarios afirman que la ley debe ponerse al día con la opinión pública.
Sin embargo, tras la votación inicial de noviembre, el proyecto de ley está siendo examinado y debe pasar por la Cámara de los Comunes y la Cámara de los Lores.
Según Leadbeater, legislador del Partido Laborista británico, la aplicación de la ley tardará más de los dos años previstos inicialmente.
La enmienda más notable suprimirá la obligación de que un juez del Tribunal Supremo dé el visto bueno a cada caso, y en su lugar se recurrirá a un grupo de expertos, entre ellos un jurista de alto nivel, psiquiatras y trabajadores sociales.
La creación de una comisión voluntaria de expertos llevará más tiempo que la simple remisión de los casos al Tribunal Superior.
Leadbeater dijo que la ley podría aplicarse antes de 2029: “Cuatro años es en gran medida un tope, no es un objetivo”.
Si tardara hasta 2029, podría retrasarse hasta después de las próximas elecciones nacionales, que deben celebrarse antes de agosto de ese año, con lo que quedaría a merced del próximo gobierno.
Los partidarios del proyecto de ley afirman que se trata de acortar el sufrimiento de los enfermos terminales y darles más control. Los que se oponen a la muerte asistida afirman que no hay suficientes salvaguardias para proteger a las personas vulnerables de ser coaccionadas o presionadas para que se quiten la vida.
La Isla de Man, una dependencia autónoma de la Corona británica, aprobó el martes un proyecto de ley de muerte asistida que convierte a ese lugar en la primera de las Islas Británicas en la que los enfermos terminales tendrán derecho legal a poner fin a su vida.
(Reporte de Sarah Young, edición de Gareth Jones. Editado en español por Natalia Ramos)
