Por Jorge Otaola
BUENOS AIRES, 1 abr (Reuters) -Argentina y el Fondo Monetario Internacional (FMI) pueden estar en la recta final respecto de un nuevo programa de 20.000 millones de dólares, pero hasta ahora el acuerdo no ha logrado disipar la ansiedad de los operadores y una nube de incertidumbre en torno a las perspectivas para la moneda local.
La nación sudamericana, bajo el mando del presidente libertario Javier Milei, está tratando de reconstruir la confianza de los inversores y reforzar las reservas de divisas, agotadas después de años de gasto excesivo que dejaron al productor de granos excluido de los mercados mundiales y luchando por estabilizar sus finanzas.
El Gobierno está en conversaciones avanzadas con el FMI sobre un nuevo acuerdo que podría dar al banco central (BCRA) un colchón de moneda fuerte muy necesario, pero la incertidumbre sobre la política cambiaria ha asustado a los operadores y ha llevado a un drenaje de las reservas ya agotadas, lo que marca un desafío para las reformas pro mercado de Milei.
Las apuestas del mercado sobre un debilitamiento del peso desde mediados de marzo provocaron una pérdida de reservas de 1.780 millones de dólares solo en las últimas dos semanas, mientras el BCRA luchaba por estabilizar el peso, la moneda local.
Los futuros del peso se han disparado, por temores subyacentes de una devaluación, mientras que funcionarios del Gobierno han desmentido los rumores al respecto.
Los analistas e inversores dijeron que el mercado estaba cauteloso dado que había pocos detalles concretos sobre el programa con el FMI o lo que podría suceder con el tipo de cambio y los estrictos controles de capital (‘cepo’) que han estado vigentes desde 2019.
“En general, el intento de mitigar la incertidumbre revelando el monto del programa no logró impactar significativamente los diferenciales de crédito, probablemente debido a la ausencia de información detallada”, dijo el banco de inversión JP.Morgan en una nota a fines de la semana pasada.
El lunes, el referencial riesgo país de Argentina llegó a trepar inusuales 66 unidades, hasta los 867 puntos básicos intradiario, cerca de los máximos de noviembre, lo que reflejaba la disminución de la confianza de los inversores en la deuda soberana del país. Este índice había caído a 550 puntos en enero pasado.
Los bonos locales, los mercados paralelos de pesos -utilizados para eludir los controles de capital- y las acciones también dispararon órdenes vendedores en el inicio de la semana.
‘PURA DUDA’
Milei ha hecho de la reconstrucción de las reservas un enfoque clave desde que asumió el cargo en diciembre de 2023 e implementó un duro programa de déficit cero, con recortes de gastos que ayudaron a estabilizar las finanzas del Estado.
Las reservas netas de moneda extranjera habían mejorado de un rojo de 11.000 millones de dólares a un negativo en torno a los 4.000 millones de dólares a principios de marzo de este año, pero desde entonces ha comenzado a revertirse la tendencia.
El economista Camilo Tiscornia de la consultora C&T citó “pura duda” sobre lo que podría suceder con la política cambiaria y dijo que el mercado necesitaba más detalles sobre el acuerdo con el FMI.
“El acuerdo con el FMI aún está en el aire”, dijo. “Se especula que el acuerdo traerá alguna modificación al sistema cambiario, pero nadie sabe cuáles”, acotó.
Esa duda ha ejercido presión sobre la moneda local, lo que ha provocado una racha de ventas de dólares por parte del BCRA desde mediados de marzo en un intento por fortalecer el peso. Las reservas brutas, incluyendo activos menos líquidos como el oro, han caído a casi 25.000 millones de dólares desde los 33.000 millones de dólares de enero.
“El sentimiento ha empeorado considerablemente en el último mes aproximadamente”, dijo en una nota Mariva Research Market, con sede en Estados Unidos, añadiendo que tanto las expectativas de inflación como de devaluación habían aumentado.
“La consecuencia más preocupante ha sido la reversión de los flujos de divisas en el mercado cambiario oficial, que había sido vital para sostener el proceso de desinflación”, sostuvo.
Los analistas tienen opiniones encontradas sobre lo que probablemente sucederá en torno a la política cambiaria y cuándo se concretará un eventual acuerdo con el FMI.
El grupo de banca de inversión BancTrust & Co predice que el Gobierno no permitirá una revisión significativa de la política cambiaria hasta después de las elecciones de mitad de término en octubre próximo.
A su vez, el banco Citi dijo en una nota que los fondos del FMI aumentaron las posibilidades de que Argentina pueda eliminar los controles de capital antes de las elecciones intermedias, pero agregó que no estaba claro si se permitiría que la moneda flotara libremente o habría un nuevo tipo de cambio fijo.
Roberto Geretto, de la firma financiera argentina Adcap, respondió que las reservas seguirían cayendo hasta que haya más claridad sobre las perspectivas del tipo de cambio.
“Si no se definen mejor la futura estructura del tipo de cambio, será muy difícil revertir esta tendencia”, afirmó. “El problema subyacente, y el problema que enfrenta el Fondo, es la falta de reservas”, concluyó.
Los argentinos, acostumbrados a históricas debacles financieras, tienen al dólar como la moneda tradicional fuerte para proteger sus ahorros.
(Reporte de Jorge Otaola;Escrito por Adam Jourdan; Colaboración de Eliana Raszewski, Walter Bianchi y Hernán Nessi;Editado por Eliana Raszewski)