7 abr (Reuters) – El gobierno del presidente Donald Trump se enfrenta a la fecha límite del lunes para cumplir con una orden judicial para devolver a Estados Unidos a un hombre de Maryland que fue deportado por error a El Salvador, aunque la administración ha pedido a una corte de apelaciones que intervenga.
La juez de distrito Paula Xinis ordenó el viernes el regreso del hombre, Kilmar Ábrego García, antes del final del lunes. La administración Trump pidió a la Corte de Apelaciones del Cuarto Circuito de Estados Unidos, con sede en Richmond, Virginia, que bloquee la orden de la jueza.
Xinis halló que Washington carecía de autoridad legal para detener y deportar a Ábrego García, un inmigrante salvadoreño que vivía legalmente en Estados Unidos con un permiso de trabajo, y ordenó su regreso antes de las 23:59 hora local del lunes.
Xinis dijo en su decisión escrita, emitida el domingo, que “no hay fundamento legal alguno para su arresto, detención o expulsión”, calificando la expulsión de Ábrego García como “totalmente ilegal”.
La administración Trump ha enfrentado críticas en los tribunales estadounidenses y en otros lugares por su intensificación de la aplicación de la ley de inmigración. Un juez de Washington D.C. está sopesando si el gobierno violó una orden judicial de no deportar a presuntos miembros de pandillas venezolanas.
Estados Unidos ha admitido que la deportación de Ábrego García se hizo por error, pero dijo que no puede obligar a El Salvador a devolverlo.
El gobierno dijo al tribunal de apelaciones que Ábrego García “no tiene ningún derecho o base legal para estar en Estados Unidos” y que “el interés público obviamente desfavorece su regreso, y mucho menos uno chapucero llevado a cabo como resultado de un decreto judicial”.
La Casa Blanca y funcionarios de la administración acusan a Ábrego García de ser miembro de una banda criminal, pero no hay cargos pendientes. Sus abogados rechazan la acusación.
(Reporte de Tom Hals en Wilmington, Delaware; editado en español por Carlos Serrano)