Trump anuncia conversaciones directas con Irán; Teherán insiste en diálogo indirecto

WASHINGTON, 7 abr (Reuters) – El presidente Donald Trump anunció por sorpresa el lunes que Estados Unidos e Irán estaban a punto de iniciar conversaciones directas sobre el programa nuclear de Teherán, pero el ministro de Exteriores iraní dijo que las conversaciones en Omán serían indirectas.

En una nueva señal del difícil camino hacia cualquier acuerdo entre los dos enemigos geopolíticos, Trump lanzó una dura advertencia de que si las conversaciones no tenían éxito, “Irán va a estar en gran peligro”.

Irán se había opuesto en las últimas semanas a las exigencias de Trump de que negociara directamente sobre su programa nuclear o sería bombardeado y parecía mantenerse en esa postura el lunes.

“Estamos teniendo conversaciones directas con Irán y han comenzado. Seguirán el sábado. Tenemos una reunión muy importante y veremos qué puede pasar”, dijo Trump a los periodistas en el Despacho Oval durante una reunión con el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu, que estaba de visita.

“Y creo que todo el mundo está de acuerdo en que llegar a un acuerdo sería lo preferible”, dijo Trump. Añadió que las conversaciones del sábado con Irán serían de muy alto nivel, sin dar más detalles. Se negó a decir dónde tendrían lugar las conversaciones, pero dejó abierta la posibilidad de llegar a un acuerdo.

El ministro iraní de Asuntos Exteriores, Abás Araqchi, publicó en la red social X que las conversaciones indirectas de alto nivel se celebrarían en Omán y añadió: “Es tanto una oportunidad como una prueba. La pelota está en el tejado de Estados Unidos”.

El martes, los medios estatales iraníes dijeron que las conversaciones estarían dirigidas por Araqchi y el enviado presidencial estadounidense Steve Witkoff, con la mediación del ministro de Asuntos Exteriores de Omán, Badr al-Busaidi.

Estados Unidos e Irán mantuvieron conversaciones indirectas durante el mandato del expresidente Joe Biden, pero apenas lograron avances. Las últimas negociaciones directas conocidas entre ambos gobiernos ocurrieron bajo el mandato del entonces presidente Barack Obama, quien encabezó el acuerdo nuclear internacional de 2015 que Trump abandonó posteriormente.

Las advertencias de Trump de emprender acciones militares contra Irán habían crispado los ya de por sí tensos nervios en Oriente Medio tras la guerra abierta en Gaza y Líbano, los ataques militares a Yemen, el cambio de liderazgo en Siria y los intercambios de disparos entre Israel e Irán.

Trump, que ha reforzado la presencia militar estadounidense en la región desde que asumió el cargo en enero, ha dicho que preferiría un acuerdo sobre el programa nuclear iraní a una confrontación armada y el 7 de marzo dijo que había escrito al líder supremo, el ayatolá Ali Jamenei, para proponerle conversaciones.

Representantes iraníes dijeron entonces que Teherán no se dejaría intimidar para entablar negociaciones.

“Irán no puede tener un arma nuclear y si las conversaciones no tienen éxito, creo que será un muy mal día para Irán”, dijo Trump en el Despacho Oval el lunes.

Las conversaciones directas no se producirían sin la aprobación explícita de Jamenei, que en febrero dijo que las negociaciones con Estados Unidos no eran “inteligentes, sabias ni honorables.”

IRÁN PREFIERE LAS NEGOCIACIONES INDIRECTAS

Horas antes del anuncio de Trump, el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores iraní, Esmail Baghaei, dijo que Irán estaba esperando una respuesta de Estados Unidos a la propuesta de Teherán de negociaciones indirectas. Dijo que la República Islámica creía que estaba haciendo una oferta generosa, responsable y honorable.

Después de que Trump hablara, un alto cargo iraní, bajo condición de anonimato, dijo a Reuters: “Las conversaciones no serán directas… Será con la mediación de Omán”. Omán, que mantiene buenas relaciones tanto con Estados Unidos como con Irán, ha sido durante mucho tiempo un canal de mensajes entre los estados competidores.

La agencia iraní Nournews, afiliada al máximo órgano de seguridad del país, describió la declaración de Trump sobre una reunión directa prevista como parte de una “operación psicológica destinada a influir en la opinión pública nacional e internacional.”

Un segundo alto cargo iraní, bajo condición de anonimato, dijo durante el fin de semana que posiblemente había una ventana de alrededor de dos meses para llegar a un acuerdo, señalando las preocupaciones de que el enemigo de larga data de Irán, Israel, podría lanzar su propio ataque si las conversaciones tomaban más tiempo.

Netanyahu, que ha mostrado poco apoyo a las negociaciones de Estados Unidos con Irán, dijo que si la diplomacia podría evitar que Teherán alguna vez obtenga armas nucleares “de una manera completa, como se hizo en Libia, creo que sería algo bueno”.

Durante su mandato de 2017 a 2021, Trump retiró a Estados Unidos del acuerdo de 2015 entre Irán y las potencias mundiales diseñado para frenar el delicado trabajo nuclear de Irán a cambio de un alivio de las sanciones. Trump también volvió a imponer amplias sanciones estadounidenses.

Desde entonces, Irán ha superado con creces los límites del acuerdo en materia de enriquecimiento de uranio.

Las potencias occidentales acusan a Irán de tener una agenda clandestina para desarrollar la capacidad de fabricar armas nucleares mediante el enriquecimiento de uranio a un alto nivel de pureza fisible, por encima de lo que dicen que es justificable para un programa de energía atómica civil.

Teherán afirma que su programa nuclear tiene fines exclusivamente energéticos civiles.

El Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca no respondió inmediatamente a una petición de detalles.

El cambio se produce en un momento precario para el “Eje de Resistencia” regional de Teherán, que ha establecido a un gran coste durante décadas para oponerse a Israel y a la influencia de Estados Unidos. El eje se ha visto gravemente debilitado desde que el ataque del grupo palestino Hamás contra Israel el 7 de octubre de 2023 sumió a Oriente Medio en un conflicto.

Hamás en Gaza y Hezbolá en Líbano han sido golpeados por Israel desde que comenzó la guerra de Gaza, mientras que el movimiento Hutí en Yemen ha sido blanco de ataques aéreos estadounidenses desde el mes pasado. Israel dañó gravemente las defensas aéreas de Irán el año pasado.

La caída del presidente sirio Bashar al-Asad, otro aliado clave de Irán, ha debilitado aún más la influencia de la República Islámica.

(Información de Steve Holland, Parisa Hafezi, Jarrett Renshaw, Matt Spetalnick, Costas Pitas, Enas Alashray y Yomna Ehab; redacción de Matt Spetalnick. Edición de Cynthia Osterman y Clarence Fernandez; edición en español de María Bayarri Cárdenas)

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