China contraataca a Trump con un alza de aranceles, EEUU se mantiene firme

Por Joe Cash, Doina Chiacu y Karin Strohecker

PEKÍN/WASHINGTON/LONDRES, 11 abr (Reuters) – Pekín aumentó el viernes sus aranceles a las importaciones estadounidenses al 125%, en respuesta a la decisión del presidente Donald Trump de subirlos a los productos chinos, lo que profundizaba una guerra comercial que amenaza con desbaratar las cadenas de suministro mundiales.

Las represalias de China intensificaron la agitación económica desatada por los aranceles de Trump, que ha hecho que los mercados se desplomen y que los líderes extranjeros se pregunten cómo responder a la mayor alteración del orden comercial mundial en décadas.

Los mercados estadounidenses abrieron a la baja. El Promedio Industrial Dow Jones perdía 100,2 puntos en la apertura, mientras que el S&P 500 bajaba 12,5 puntos al comienzo de la sesión.

“El riesgo de una recesión es mucho, mucho más alto ahora de lo que era hace un par de semanas”, dijo Adam Hetts, responsable global de multiactivos de Janus Henderson.

El Gobierno estadounidense se mantuvo firme, promocionando sus conversaciones con una serie de países sobre nuevos acuerdos comerciales que, dice, justificarán su drástico cambio de política.

“Lo estamos haciendo muy bien con nuestra política arancelaria. Muy emocionante para Estados Unidos, ¡¡¡y para el Mundo!!! Está avanzando rápidamente”, publicó Trump en redes sociales el viernes.

Sin embargo, el aumento de aranceles por parte de Estados Unidos y China podría imposibilitar el comercio de bienes entre las dos mayores economías del mundo, según analistas. El intercambio fue de más de 650.000 millones de dólares en 2024.

Las acciones mundiales cayeron, el dólar bajó y una liquidación masiva de bonos del gobierno de Estados Unidos se aceleró, reavivando los temores de fragilidad en el mercado de deuda más grande del mundo. El oro, refugio de los inversores en tiempos de crisis, alcanzó un máximo histórico.

GUERRA COMERCIAL CON CHINA

Mientras anunciaba una pausa de los aranceles de 90 días para decenas de países esta semana, Trump los aumentó a las importaciones chinas, elevándolos efectivamente hasta el 145%.

China contraatacó con sus propios nuevos aranceles, y el Ministerio de Finanzas dijo que los nuevos derechos aduaneros de Trump eran “una intimidación y coerción completamente unilaterales”.

Pekín indicó que esta sería la última vez que igualaría a Estados Unidos, en caso de que Trump suba más sus aranceles, pero dejó la puerta abierta a otro tipo de represalias.

“Si Estados Unidos quiere de verdad mantener conversaciones, debería poner fin a su comportamiento caprichoso y destructivo”, escribió el viernes en las redes sociales Liu Pengyu, portavoz de la embajada china en Estados Unidos.

“Por el bienestar de los chinos y de los pueblos del mundo, por la equidad y la justicia del orden mundial, China nunca se doblegará ante la presión máxima de Estados Unidos”.

Los analistas de UBS calificaron en una nota la declaración de China de que no tomaría más represalias con aumentos de aranceles como “un reconocimiento de que el comercio entre los dos países en la práctica se ha cortado por completo”.

El Representante de Comercio de Estados Unidos, Jamieson Greer, dijo que no estaba sorprendido por las últimas contramedidas de China, pero que eran “ciertamente desafortunadas”.

Trump había dicho a periodistas en la Casa Blanca el jueves que pensaba que Estados Unidos podría llegar a un acuerdo con China y dijo que respetaba al presidente Xi Jinping.

Xi, en sus primeras declaraciones públicas sobre los aranceles de Trump, dijo el viernes al presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, durante una reunión en Pekín, que China y la Unión Europea deberían “oponerse conjuntamente a los actos unilaterales de intimidación”, en una referencia a las políticas arancelarias de Trump.

China firmó dos protocolos comerciales agrícolas con España que abarcan la carne de cerdo y las cerezas, en un intento de arreglar su tensa relación con la UE, el último gran mercado abierto para sus productos.

El Gobierno Trump se ha encogido de hombros ante la agitación del mercado, diciendo que llegar a acuerdos con otros países traería certidumbre.

Greer dijo que hablará con sus pares israelí y taiwanés el viernes sobre los aranceles después de mantener una larga discusión con los vietnamitas antes.

“Hay papeles que van y vienen a medida que los países vienen y hacen sugerencias sobre lo que pueden hacer para tener un comercio más recíproco con nosotros”, dijo en una entrevista con Fox News. “Lo estamos estudiando, lo estamos revisando, nos estamos comunicando con ellos y dándoles ideas”.

Pero las noticias han contribuido poco a calmar las preocupaciones de los líderes empresariales sobre las secuelas de la guerra comercial de Trump y su caótica implementación: costos en alza, caída de pedidos y cadenas de suministro paralizadas.

Para las empresas europeas en particular, un euro más fuerte las hace automáticamente menos competitivas en el mercado global. El euro amplió su subida el viernes, alcanzando su máximo en más de tres años frente al dólar.

La decisión de Trump de una suspensión de 90 días sobre los aranceles sólo dio lugar a una “frágil pausa”, dijo el presidente francés Emmanuel Macron en X, en parte porque “esta pausa de 90 días significa 90 días de incertidumbre para todas nuestras empresas, a ambos lados del Atlántico y en otros lugares”.

Los ministros de Economía de la UE debatieron el viernes cómo aprovechar la pausa para lograr un acuerdo con Washington. El comisario de Comercio del bloque, Maros Sefcovic, mantendrá conversaciones con funcionarios estadounidenses el lunes en Washington.

(Reportaje de las redacciones de Reuters; redacción de John Geddie, Ingrid Melander y James Oliphant; Editado en español por Javier López de Lérida)

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