Por Lucy Papachristou, Guy Faulconbridge y Steve Holland
MOSCÚ/WASHINGTON, 11 abr (Reuters) – Una bailarina ruso-estadounidense que fue condenada a 12 años de prisión en Rusia por donar a una organización benéfica que ayuda a Ucrania aterrizó en Washington el jueves después de ser liberada a cambio de un hombre al que Estados Unidos había acusado de formar una red mundial de contrabando para enviar productos electrónicos sensibles al ejército ruso.
El intercambio, que tuvo lugar en la pista de aterrizaje de un aeropuerto de Abu Dabi, indica importantes contactos detallados entre el Kremlin y el Gobierno de Donald Trump, que dice querer llegar a un acuerdo de paz para poner fin a la guerra en Ucrania.
Ksenia Karelina es una ciudadana con doble nacionalidad a la que un tribunal ruso declaró culpable el año pasado de traición por donar 51,80 dólares a una organización benéfica con sede en Estados Unidos que presta ayuda humanitaria a Ucrania.
Cuando el avión que transportaba a Karelina aterrizó en Washington a última hora de la noche del jueves, fue recibida por su novio, el luchador de la UFC Chris van Heerden, que la abrazó y besó mientras los demás la vitoreaban.
Durante el intercambio, la televisión estatal rusa mostró a Arthur Petrov, un ciudadano con doble nacionalidad alemana y rusa detenido en 2023 en Chipre a petición de Estados Unidos tras ser acusado de exportar microelectrónica sensible, caminando junto a Karelina hacia un avión ruso, donde se sometió a revisiones médicas.
“Petrov fue canjeado por la ciudadana estadounidense Ksenia Karelina, que también posee la ciudadanía rusa y fue condenada a 12 años en una colonia penal por traición en forma de ayuda financiera a un Estado extranjero”, dijo el Servicio Federal de Seguridad de Rusia (FSB, por sus siglas en ruso), principal sucesor del KGB de la era soviética.
Un responsable estadounidense dijo a Reuters que el enviado especial de Estados Unidos, Steve Witkoff, planteó el caso de Karelina a Putin durante una llamada telefónica la semana pasada y que la reacción de Putin fue “hacer algo como gesto de buena voluntad porque quiere resolver la guerra”.
Las conversaciones de Estados Unidos con Rusia y Ucrania para poner fin a la guerra iban a continuar y Witkoff viajaría pronto a Rusia, dijo el responsable, que habló bajo condición de anonimato.
El secretario de Estado de EEUU, Marco Rubio, también participó en las negociaciones y el director de la CIA, John Ratcliffe, llevó el acuerdo a la línea de meta, dijo un segundo responsable estadounidense.
Trump agradeció públicamente a Rusia la liberación de la bailarina. Dijo que había recibido una llamada del presidente de la UFC, Dana White, abogando por su liberación.
“Liberaron a la joven bailarina y ahora está fuera, y eso fue genial. Así que se lo agradecemos. Esperamos que podamos llegar a un acuerdo relativamente pronto con Rusia y Ucrania para poner fin a los combates”, dijo Trump a los periodistas.
Dos fuentes cercanas al canje, que hablaron bajo condición de anonimato, dijeron que el enviado especial de Putin para la cooperación económica internacional, Kirill Dmitriev, desempeñó un papel en las discusiones.
Dimitriev, un exbanquero de inversión de Goldman Sachs educado en la Universidad de Stanford, es uno de los miembros de la élite rusa más conocedores de Estados Unidos, con estrechas relaciones con algunos miembros clave del equipo de Trump. Se reunió con Witkoff en Washington la semana pasada.
(Información de Guy Faulconbridge en Moscú, Lucy Papachristou en Londres y Steve Holland en Washington; información adicional de Kritika Singh y Kanjyik Ghosh en Bengaluru y Susan Heavey y Kanishka Singh en Washington; edición de Peter Graff, Philippa Fletcher, Alex Richardson, Ross Colvin, David Gregorio y Gerry Doyle; editado en español por Benjamín Mejías Valencia)
