MOSCÚ, 15 abr (Reuters) – El ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, afirmó que no es fácil ponerse de acuerdo con Estados Unidos sobre las partes clave de un posible acuerdo de paz para poner fin a la guerra en Ucrania y dijo que Rusia no volverá a permitirse depender económicamente de Occidente.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que dice que quiere ser recordado como un pacificador, ha dicho en repetidas ocasiones que quiere poner fin al “baño de sangre” de la guerra de tres años en Ucrania, aunque todavía no se ha llegado a ningún acuerdo.
“No es fácil acordar los componentes clave de un acuerdo. Se están discutiendo”, dijo el ministro ruso de Asuntos Exteriores, Serguéi Lavrov, en una entrevista con el diario Kommersant, cuando se le preguntó si Moscú y Washington habían alcanzado un acuerdo sobre algunos aspectos de un posible acuerdo de paz.
“Sabemos muy bien cómo es un acuerdo beneficioso para ambas partes, que nunca hemos rechazado, y cómo es un acuerdo que podría llevarnos a otra trampa”, dijo Lavrov en la entrevista publicada en la edición del martes.
El Kremlin afirmó el domingo que era demasiado pronto para esperar resultados del restablecimiento de unas relaciones más normales con Washington.
Lavrov dijo que la posición de Rusia la había establecido claramente el presidente Vladimir Putin en junio de 2024, cuando Putin exigió que Ucrania debía abandonar oficialmente sus ambiciones de la OTAN y retirar sus soldados de la totalidad del territorio de cuatro regiones ucranianas reclamadas por Rusia.
“Estamos hablando de los derechos de las personas que viven en estos territorios. Por eso son muy queridos para nosotros. Y no podemos renunciar a ellos, permitiendo que la gente sea expulsada de allí”, dijo Lavrov.
Rusia controla actualmente algo menos de una quinta parte de Ucrania, incluida Crimea, que Rusia se anexionó en 2014, y partes de otras cuatro regiones que Moscú reivindica ahora como parte de Rusia, una reivindicación no reconocida por la mayoría de los países.
Lavrov elogió el “sentido común” de Trump y por decir que el anterior apoyo de Estados Unidos a la candidatura de Ucrania para unirse a la alianza militar de la OTAN fue una de las principales causas de la guerra en Ucrania.
Pero la élite política rusa, dijo, no tolerará ningún movimiento que lleve a Rusia de nuevo a la dependencia económica, militar, tecnológica o agrícola de Occidente.
La globalización de la economía mundial, dijo Lavrov, había sido destruida por las sanciones impuestas a Rusia, China e Irán por el Gobierno del expresidente estadounidense Joe Biden.
Biden, los líderes europeos occidentales y Ucrania describen la invasión rusa de 2022 como una apropiación de tierras imperialista, y han prometido en repetidas ocasiones derrotar al ejército ruso.
Putin presenta la guerra de Ucrania como parte de una batalla contra un Occidente en declive, que según él humilló a Rusia tras la caída del Muro de Berlín en 1989 al ampliar la alianza militar de la OTAN e invadió lo que él considera la esfera de influencia de Moscú.
(Información de Guy Faulconbridge; edición en español de María Bayarri Cárdenas)
