Coches incendiados en una cárcel francesa en la segunda oleada de ataques

Por Dominique Vidalon y Juliette Jabkhiro

PARÍS, 16 abr (Reuters) – Las cárceles francesas sufrieron una segunda oleada de ataques durante la noche, entre ellos el incendio de tres coches en la prisión de Tarascón, en el sur de Francia, informaron el miércoles el ministro de Justicia y un sindicato de trabajadores penitenciarios, mientras las autoridades trataban de identificar a los responsables.

“Los coches han sido incendiados esta mañana muy temprano”, dijo el ministro de Justicia, Gérald Darmanin, al canal de televisión CNews y a la emisora de radio Europe 1, refiriéndose al ataque de Tarascón.

El vestíbulo de un edificio de Meaux, al este de París, donde trabaja un funcionario de prisiones, también fue incendiado durante la noche, al igual que el coche de un funcionario de prisiones que trabaja en Aix-Luynes, en el sur de Francia, indicó el sindicato FO Justice en X. En Tarascón, tres coches ardieron en el aparcamiento de la prisión, añadió.

A principios de semana, al menos seis prisiones que custodian a algunos de los cabecillas del crimen más curtidos del país sufrieron ataques con armas de fuego e incendios provocados.

Darmanin, que el martes dijo que los ataques eran actos de terrorismo, afirmó el miércoles que no podía excluir ninguna hipótesis, pero que personas vinculadas al narcotráfico podrían estar intentando atemorizar a las autoridades y a quienes trabajan en las prisiones.

“Está claro que hay gente que intenta desestabilizar el Estado intimidándolo”, dijo a CNews y Europe 1.

“No daremos marcha atrás”, afirmó. “Si el Estado retrocede, no quedará nada, los franceses ya no estarían protegidos”.

La Fiscalía Nacional Antiterrorista (PNAT, por sus siglas en francés) se ha encargado de la investigación de los ataques, que también tuvieron como objetivo la Escuela Nacional de Administración Penitenciaria. La PNAT indicó que agentes de la DGSI (Dirección General de Inteligencia) colaborarán en la investigación.

Según una fuente de seguridad, no hay indicios de injerencia extranjera.

Años de importaciones récord de cocaína sudamericana a Europa han transformado los mercados locales de la droga y han desatado una ola de violencia. A pesar de las incautaciones récord de cocaína en Francia, las bandas están cosechando ganancias inesperadas a medida que se expanden desde sus bases de poder tradicionales en ciudades como Marsella, a pueblos más pequeños poco acostumbrados a la violencia del narcotráfico.

En muchos de los lugares donde se produjeron los ataques aparecieron las letras “DDPF”, aparentemente un acrónimo de “derechos de los presos franceses”, que según algunas fuentes policiales podrían ser obra de grupos milicianos de izquierda desconocidos.

En cambio, Darmanin dijo que los ataques, que incluían disparos a las puertas de las prisiones con fusiles automáticos AK-47, sonaban más a delincuencia organizada.

“Estamos tomando medidas muy firmes que están haciendo reaccionar a los narcotraficantes”, afirmó.

“Algunos países se han rendido al narcobandidismo (…). Nosotros no estamos en esta fase, porque estamos tomando medidas muy firmes, pero no estamos tan lejos”.

(Información de Sudip Kar-Gupta, Dominique Vidalon, Juliette Jabkhiro; redacción de Ingrid Melander; edición de Andrew Heavens y Sharon Singleton; edición en español de María Bayarri Cárdenas)

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