Por Tim Reid, Alexandra Alper y Nathan Layne
WASHINGTON, 24 abr (Reuters) – En la Administración de la Seguridad Social de Estados Unidos, abogados, estadísticos y otros funcionarios de alto rango están siendo enviados desde la sede de Baltimore a oficinas regionales para reemplazar a personal que se encargaban de procesar solicitudes y que ha sido despedido o aceptó ofertas de retiro del Gobierno de Donald Trump.
Pero la mayoría de los recién llegados no saben cómo hacer el trabajo, lo que lleva a tiempos de espera más largos para discapacitados y ancianos que dependen de estos beneficios, según dos personas con conocimiento de la situación.
A la pregunta por los cambios, un funcionario de la SSA dijo en un correo electrónico que los empleados reasignados “tienen amplios conocimientos sobre nuestros programas y servicios”.
En el Servicio de Impuestos Internos (IRS), la conexión a Internet se ha vuelto irregular desde que Trump ordenó que los trabajadores remotos regresen a las oficinas, por lo que el personal está recurriendo a puntos de acceso personales o sus computadoras se bloquean en plena temporada de procesamiento de impuestos, dijeron dos funcionarios del IRS a Reuters.
La agencia no respondió a una solicitud de comentarios.
Casi 100 días después de lo que Trump y el multimillonario tecnológico Elon Musk han llamado una misión para hacer que la burocracia federal sea más eficiente, Reuters encontró 20 casos en los que los recortes de personal y fondos provocaron cuellos de botella en las compras y aumentaron los costos; parálisis en la toma de decisiones o tiempos de espera públicos más largos.
“El DOGE no es un ejercicio serio”, dijo Jessica Riedl, miembro del Manhattan Institute, un grupo fiscalmente conservador que apoya la racionalización del Gobierno. Calcula que sólo ha ahorrado 5.000 millones de dólares hasta la fecha, y cree que acabará costando más de lo que ahorra.
Los ejemplos, de los que hasta ahora no se había informado, abarcan 14 organismos públicos y fueron descritos en entrevistas de Reuters con tres decenas de trabajadores federales, representantes sindicales y expertos en Gobierno.
Si bien los relatos no ofrecen una imagen exhaustiva del proyecto del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE) de Musk para recortar drásticamente el costo y el tamaño de la burocracia federal, sí revelan los daños colaterales derivados de los esfuerzos por hacer más eficiente la extensa burocracia federal.
En respuesta a las preguntas sobre el impacto de los recortes del DOGE en la eficiencia del Gobierno, el portavoz de la Casa Blanca Harrison Fields dijo que el equipo de Musk “ya ha modernizado la tecnología del Gobierno, evitado el fraude, racionalizado los procesos e identificado miles de millones de dólares en ahorros para los contribuyentes estadounidenses”.
Fields no ofreció ejemplos de mejoras en los sistemas informáticos del Gobierno o en la eficiencia de la mano de obra.
AHORRO DE MILES DE MILLONES
Musk confirmó el martes que el mes que viene dejará de supervisar DOGE. Su mandato de 130 días como empleado especial del Gobierno expiraba a finales de mayo, pero dijo que seguirá ayudando a Trump a reformar el Gobierno, aunque no a tiempo completo.
Su papel pone en duda el futuro de DOGE, pero los expertos en gobernanza dijeron que creen que el recorte de gastos continuará.
Hasta la fecha, Musk y sus lugartenientes han aportado pocas pruebas concretas sobre cómo el Gobierno está funcionando de forma más eficiente como resultado de los despidos masivos y los contratos públicos rescindidos.
Los equipos de DOGE que se han adentrado en una serie de agencias gubernamentales y sus sistemas informáticos operan en gran secreto, dijeron a Reuters decenas de funcionarios.
Un sitio web de DOGE que ofrece actualizaciones periódicas sobre lo que afirma haber ahorrado a los contribuyentes estadounidenses -160.000 millones de dólares hasta la fecha- está plagado de errores y correcciones.
La Casa Blanca proporcionó a Reuters ejemplos de ahorro de costos como el descubrimiento de más de 630 millones de dólares en préstamos fraudulentos de la Administración de Pequeñas Empresas a solicitantes mayores de 115 años y menores de 11 en 2020-2021; o 382 millones de dólares en pagos fraudulentos por desempleo por parte del Departamento de Trabajo desde 2020.
Reuters no pudo verificar de forma independiente las afirmaciones.
DOGE no respondió a las peticiones de comentarios. En una entrevista con Bret Baier, de Fox News, el 27 de marzo, Musk dijo que su equipo es cuidadoso con los recortes, admite y corrige errores, y ha descubierto cantidades “asombrosas” de despilfarro y fraude.
NO SE PUEDE COMPRAR HIELO SECO
En su afán por recortar gastos, la DOGE dice haber cancelado casi 500.000 tarjetas de crédito del Gobierno. A muchas otras les ha impuesto un límite de un dólar y ha centralizado la toma de decisiones en algunas sedes de la agencia. Esto ha significado que directores de algunas oficinas regionales no pueden comprar suministros básicos.
En un centro del Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo (NIOSH), un científico tardó un mes en obtener autorización para comprar 200 dólares de hielo seco para conservar muestras de orina, una compra que normalmente se hace en un supermercado local.
Dado que la administración ha prohibido a muchos empleados hacer compras, un colega de otra oficina regional que aún dispone de una tarjeta de crédito del Gobierno pagó el hielo seco, pero hubo que enviarlo al laboratorio, con un costo adicional de 100 dólares, según una fuente.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, que supervisan el NIOSH, no respondieron a una solicitud de comentarios.
El DOGE y la Casa Blanca también han prohibido a muchas agencias comunicarse con proveedores externos mientras paralizan miles de contratos federales.
Una de las víctimas de la prohibición: un instrumento de análisis químico de casi medio millón de dólares en unas instalaciones de los CDC en Cincinnati, que lleva meses parado porque los científicos no pueden programar una capacitación con el proveedor para empezar a usar la máquina, según una persona familiarizada con la situación.
Los CDC no respondieron a la solicitud de comentarios.
En la Administración de la Seguridad Social, en un periodo de cuatro días de la primera semana de marzo, los sistemas informáticos se bloquearon 10 veces.
Dado que una cuarta parte del personal informático de la agencia ha dimitido o ha sido despedido, se está tardando más en volver a poner los sistemas en línea, lo que interrumpe la tramitación de las solicitudes, dijo a Reuters un trabajador informático.
Pocos discuten que los sistemas informáticos de la SSA son antiguos, se bloquean con frecuencia y necesitan ser actualizados. Musk dijo a Baier que los sistemas informáticos de la agencia “están fallando” y “lo estamos arreglando”.
RECORTE DE AYUDA HUMANITARIA
Desde su fundación en el primer día de Trump en la Casa Blanca, DOGE ha cerrado en la práctica la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), que proporciona ayuda a los necesitados del mundo, cancelando más del 80% de sus programas humanitarios.
Casi todos los empleados de la agencia serán despedidos en septiembre, se cerrarán todas sus oficinas en el extranjero y algunas de sus funciones serán absorbidas por el Departamento de Estado.
En el país, la reforma del Gobierno ha provocado el despido, la dimisión y la jubilación anticipada de 260.000 funcionarios, según un recuento de Reuters.
Más de 20.000 trabajadores en práctica -empleados recién contratados o reasignados recientemente- fueron despedidos en febrero. Tras sentencias judiciales fueron readmitidos, pero a la mayoría se les envió a casa con el sueldo íntegro. Ahora, la mayoría están siendo despedidos de nuevo tras otras decisiones judiciales.
Trump y Musk han dicho que el Gobierno está acosado por el fraude y el despilfarro. Pocos funcionarios y expertos niegan que se pueda mejorar la eficiencia, pero afirman que ya hay personas dentro de la burocracia federal que intentan ahorrar dinero de los contribuyentes. Sin embargo, algunas de estas oficinas han sido objeto de recortes por parte del DOGE.
En enero, Trump despidió a 17 inspectores generales, cuya misión como vigilantes del Gobierno incluye reducir el despilfarro y el fraude.
Christi Grimm, que fue despedida como inspectora general del Departamento de Salud y Servicios Humanos, dijo a Reuters que había identificado 14.500 millones de dólares para su recuperación, en tres años de auditorías e investigaciones de fraude.
El mes pasado, el DOGE eliminó una de las pocas unidades gubernamentales encargadas de racionalizar la tecnología en todo el Gobierno federal, un equipo de 90 miembros conocido como 18-F.
Waldo Jaquith, que trabajó para 18F entre 2016 y 2020, dijo que el equipo había ahorrado al Pentágono 500 millones de dólares durante un proyecto de tres días al descubrir que dos departamentos estaban haciendo el mismo trabajo sin saberlo.
Reuters no pudo verificar de forma independiente esa cifra.
“El 18F funcionó tal y como Musk y su equipo fingen que quieren que funcione el Gobierno, pero cuando su equipo lo descubrió, lo destruyeron”, dijo Jaquith.
18F fue considerado “no crítico” por Thomas Shedd, nombrado por Trump en la Administración de Servicios Generales, en un correo electrónico al personal el mes pasado.
(Reportaje de Tim Reid, Alexandra Alper y Nathan Layne, contribución de Julie Steenhuysen y Leah Douglas, edición en español de Javier López de Lérida)