MADRID, 29 abr (Reuters) -España y Portugal restablecieron sus redes eléctricas tras el peor apagón de su historia, pero las autoridades ofrecieron pocas explicaciones sobre las causas ni sobre cómo evitar que se repita.
Los semáforos volvían a funcionar, los servicios de tren y metro regresaban lentamente y los colegios reabrían sus puertas. Los transeúntes sufrían retrasos para volver al trabajo después de un apagón que había dejado a gente atrapada en los ascensores o sin contacto telefónico con sus familias.
El apagón repentino provocó una caída equivalente al 60% de la demanda en España en cinco segundos, algo después del mediodía del lunes.
El operador español Red Eléctrica descartó el martes que la causa fuera un ciberataque. Dijo que había identificado dos incidentes de pérdida de generación de energía, probablemente de plantas solares, en el suroeste de España que causaron inestabilidad en el sistema eléctrico y provocaron una avería en su interconexión con Francia.
Sin embargo, aún es demasiado pronto para explicar por qué ocurrió, dijo en rueda de prensa el jefe de operaciones del sistema de REE, Eduardo Prieto.
“No son resultados definitivos. Necesitamos recopilar información completa de todos los elementos que integran el sistema eléctrico para analizar adecuadamente las condiciones, causas y desarrollo del incidente”, dijo. REE tiene previsto invertir en más interconexiones con Francia para que el sistema sea más estable, añadió.
España es uno de los mayores productores europeos de energías renovables, y el apagón del lunes ha suscitado el debate sobre si la volatilidad del suministro solar o eólico ha hecho que sus sistemas eléctricos sean más vulnerables a este tipo de cortes. Las autoridades están recibiendo presión para que expliquen las causas de uno de los mayores apagones jamás vistos en Europa.
El banco de inversión RBC dijo que el coste económico del apagón podría oscilar entre 2.250 y 4.500 millones de euros, y culpó al Gobierno español de ser demasiado complaciente con las infraestructuras en un sistema dependiente de la energía solar con poco almacenamiento en baterías.
ESTADO DE EMERGENCIA
Javier Díaz, estudiante de 24 años, se vio obligado a dormir en el Movistar Arena de Madrid tras quedarse tirado en la capital. Por suerte, acababa de terminar el Camino de Santiago y tenía un saco de dormir, “así que pasamos una buena noche”.
Las autoridades madrileñas pusieron autobuses gratuitos para llevar a la gente al trabajo el martes y el metro y algunos trenes empezaron a funcionar, aunque con retrasos. El trabajador de la construcción William Galicia, de 39 años, había visto pasar tres autobuses completamente llenos.
“Tendremos que tener suerte para encontrar uno con un poco más de espacio dentro para poder entrar”, dijo.
El lunes se declaró el estado de emergencia en varias regiones españolas, con el despliegue de 30.000 policías. En la estación de Atocha de Madrid, la policía y la Cruz Roja repartieron mantas y botellas de agua.
Bares y restaurantes contabilizaban el coste de los productos perdidos tras el apagón de frigoríficos y congeladores durante más de ocho horas.
“(Tenemos) miedo a que se nos eche a perder la comida, a tener que tirar todo lo que tenemos. No sabemos si lo cubrirá el seguro. Y bueno, y las pérdidas económicas, aparte de otras cosas”, dijo María Luisa Pinol, de 63 años, propietaria del bar Granja Isabel de Barcelona, que tuvo que cerrar el lunes por la noche.
En Portugal, el Gobierno informó de que los hospitales habían vuelto a funcionar, los aeropuertos estaban operativos aunque con retrasos en Lisboa, mientras que el metro de la capital estaba reanudando sus operaciones y los trenes funcionaban.
Los sistemas energéticos pueden ser vulnerables cuando combinan energías renovables intermitentes, como la eólica y la solar, con fuentes tradicionales, como centrales de gas y nucleares, explicó Víctor Becerra, profesor de ingeniería de sistemas energéticos de la Universidad de Portsmouth.
“Sea cual sea la causa, un fallo importante en un área puede ejercer una presión repentina sobre los sistemas vecinos, provocando paradas de protección para evitar daños mayores”, explicó Becerra.
Más del 75% de la energía que consumía España en el momento del apagón procedía de fuentes renovables, según datos de Red Eléctrica.
(Información de Inti Landauro y Pietro Lombardi en Madrid, América Hernández en París; escrito por Aislinn Laing y Charlie Devereux; edición de Susan Fenton y Peter Graff; editado en español por Patrycja Dobrowolska, Jorge Ollero Castela, Benjamín Mejías Valencia y María Bayarri Cárdenas)