(Reuters) – Manuel Cáceres Artesero, el hincha del fútbol español conocido mundialmente como “Manolo el del Bombo”, falleció el jueves a la edad de 76 años, silenciando el rítmico latido que había acompañado al fútbol español durante más de cuatro décadas.
Con una característica boina vasca de gran tamaño y una camiseta roja con el número 12, Cáceres se convirtió en un elemento tan fijo en los partidos de España como los propios jugadores, un percusivo tesoro nacional cuyo incesante tamborileo proporcionaba la banda sonora no oficial de “La Roja”.
“Mi objetivo es retirarme después de 12 mundiales, con lo que tendré 77, si España se clasifica para todos. Estaré allí aunque tenga que ir con bastón”, dijo a Reuters este aficionado español en la Copa Mundial de Alemania 2006.
Su idilio con la selección comenzó cuando viajó por primera vez al extranjero para ver jugar a España en Chipre en 1979. El Mundial de 1982 en su propio país le transformó de apasionado seguidor en fenómeno cultural y su tambor quedó inextricablemente ligado a la identidad futbolística española.
Al final, Cáceres se quedó a dos torneos de su ambicioso objetivo, asistiendo a un total de 10 mundiales, pero perdiéndose la cita de 2022 en Qatar. Su última aparición se produjo en el estadio valencianista de Mestalla, en marzo, durante el partido de cuartos de final de la Liga de Naciones contra Países Bajos.
“Lo he dejado todo por el fútbol —mis negocios y todo—, pero sigo vivo. Soy feliz, puedo seguir a España allá donde vaya. Qué más puedo pedir”, dijo a Reuters en la Copa Mundial de Rusia 2018.
Tal fue su fama que la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) cubrió su viaje y alojamiento durante la cita en Rusia, reconociendo a un hombre cuya celebridad a menudo rivalizaba con la de los propios jugadores.
“Ha fallecido uno de nuestros seguidores más fieles, quien siempre nos acompañó en las buenas y en las malas. Sabemos que seguirás haciendo retumbar nuestros corazones. Descansa en paz, Manolo”, escribió la selección española masculina en la red social X.
Cáceres, que regentó un bar frente al estadio de Mestalla durante más de 30 años, hizo grandes sacrificios personales y económicos al servicio de lo que él llamaba la gran pasión de su vida: la selección nacional.
(Información de Angelica Medina en Ciudad de México; edición de Muralikumar Anantharaman; editado en español por Benjamín Mejías Valencia)
