Israel podría tomar todo el territorio de Gaza en operación más amplia: funcionarios

Por Maayan Lubell

JERUSALÉN (Reuters) -El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, dijo el lunes que la ampliación de su ofensiva contra el grupo militante Hamás sería “intensiva”, después de que su gabinete de seguridad aprobó planes que podrían incluir la toma de toda la Franja de Gaza y el control de la ayuda.

Sin embargo, un funcionario de defensa israelí dijo que la operación no se pondría en marcha antes de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, concluya su visita la próxima semana a Oriente Medio.

La decisión, tras semanas de esfuerzos para acordar un alto el fuego con Hamás, subraya la amenaza de que una guerra que acumula presión internacional sobre Israel y una baja del apoyo público en casa podría continuar sin final a la vista.

Un reporte de la emisora pública israelí Kan, que citaba a responsables con conocimiento de los detalles, dijo que el nuevo plan era gradual y llevaría meses y que las fuerzas se centrarían primero en una zona del castigado enclave.

Netanyahu afirmó en un mensaje de video que la operación sería “intensiva” y que se trasladaría a más palestinos de Gaza “por su propia seguridad”.

Dijo que las tropas israelíes no seguirían tácticas anteriores basadas en incursiones cortas de fuerzas con base fuera de Gaza. “La intención es lo contrario”, afirmó, haciéndose eco de comentarios de otros funcionarios que han afirmado que Israel mantendrá el terreno que ha tomado.

Israel, que ya controla alrededor de un tercio del territorio de Gaza, reanudó las operaciones terrestres en marzo tras el fracaso de un alto el fuego respaldado por Estados Unidos que había detenido los combates durante dos meses. Desde entonces ha impuesto un bloqueo total de la ayuda al enclave.

Un funcionario israelí afirmó que la ofensiva recién aprobada se apoderaría de todo el territorio de la Franja de Gaza, desplazaría a su población civil hacia el sur e impediría que la ayuda humanitaria cayera en manos de Hamás.

El funcionario de defensa dijo que la distribución de la ayuda, de la que se han encargado grupos internacionales y organizaciones de la ONU, se transferiría a empresas privadas y se repartiría en la zona sur de Rafá una vez comenzada la ofensiva.

El Ejército israelí, que a lo largo de la guerra ha mostrado pocas ganas de ocupar Gaza, declinó hacer comentarios sobre las declaraciones de los funcionarios del gobierno.

HAMÁS DENUNCIA “CHANTAJE”

Mahmoud Mardawi, funcionario de Hamás, rechazó lo que calificó de “presión y chantaje”.

“No hay acuerdo excepto uno global, que incluya un alto el fuego completo, la retirada total de Gaza, la reconstrucción de la Franja de Gaza y la liberación de todos los prisioneros de ambas partes”, afirmó.

Israel aún no ha presentado una visión clara de la Gaza de posguerra mientras se enfrenta a la presión internacional para que ponga fin a una campaña que ha desplazado a la mayor parte de los 2,3 millones de habitantes de Gaza y la ha dejado dependiendo de unos suministros de ayuda que han ido disminuyendo rápidamente desde el bloqueo.

Jan Egeland, secretario general del Consejo Noruego para los Refugiados, dijo el lunes en la red social X que Israel estaba exigiendo a la ONU y a las organizaciones no gubernamentales que cerraran su sistema de distribución de ayuda en Gaza.

“Quieren manipular y militarizar toda la ayuda a los civiles, obligándonos a entregar suministros a través de centros diseñados por el Ejército israelí, una vez que el Gobierno acceda a reabrir los pasos fronterizos”, señaló.

Israel ha defendido el bloqueo afirmando que Hamás se ha apoderado de la ayuda destinada a los civiles y la ha guardado para sus propios combatientes o la ha vendido, acusaciones que el grupo niega.

Israel lanzó su campaña en Gaza en represalia por el ataque de Hamás del 7 de octubre de 2023, en el que murieron 1.200 personas, según los recuentos israelíes, y 251 fueron tomadas como rehenes en Gaza, en el día más mortífero para Israel de su historia.

La campaña ha matado a más de 52.000 palestinos, según las autoridades sanitarias locales, y ha devastado la Franja de Gaza, lo que ha dejado a sus 2,3 millones de habitantes dependiendo de unos suministros de ayuda que han ido disminuyendo rápidamente desde el bloqueo.

Se cree que hasta 24 de los 59 rehenes que siguen retenidos en Gaza están vivos. Las familias temen que los combates pongan en peligro a sus seres queridos, mientras que los críticos afirman que Israel corre el riesgo de verse arrastrado a una larga guerra de guerrillas con escasos logros y sin una estrategia clara.

(Información de Maayan Lubell; información adicional de Emma Farge en Ginebra; edición en español de Jorge Ollero Castela y Javier Leira)

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