Carney se reúne por primera vez con Trump y subraya que Canadá nunca estará en venta

Por David Ljunggren

WASHINGTON (Reuters) -El primer ministro Mark Carney visitó el martes la Casa Blanca para mantener sus primeras conversaciones con Donald Trump y le dijo al presidente estadounidense sin rodeos que Canadá nunca estará en venta.

Carney ganó las elecciones del 28 de abril con la promesa de plantarle cara a Trump, que ha impuesto aranceles a algunos productos canadienses y a menudo cavila sobre la posibilidad de anexionar el país.

Aunque Carney ha calificado repetidamente estas acciones de traición, los líderes mostraron poca animosidad durante una sesión inaugural en el Salón Oval en la que ambos se elogiaron mutuamente.

Trump dijo que las dos partes no discutirían que Canadá formara parte de Estados Unidos, pero destacó que sería “un matrimonio maravilloso”.

Carney rechazó la idea con firmeza. No está en venta, no estará en venta – nunca”, señaló.

“Nunca digas nunca, nunca digas nunca”, señaló por su parte Trump.

El mandatario republicano, cuya política arancelaria ha sacudido a los mercados mundiales, dijo que él y Carney discutirían “puntos difíciles”, una alusión a su creencia de que Estados Unidos puede prescindir de los productos canadienses, un punto que expuso extensamente durante la conversación.

“Independientemente de todo, vamos a ser amigos de Canadá. Canadá es un lugar muy especial para mí”, dijo, añadiendo que Estados Unidos siempre protegería a su vecino del norte.

El Partido Liberal de Carney prometió a sus votantes que crearía una nueva relación bilateral económica y de seguridad con Washington y diversificaría una economía muy dependiente de las exportaciones a Estados Unidos.

Antes de la visita, Carney restó importancia a las expectativas de un avance en las conversaciones. De hecho, cuando se le preguntó a Trump si Carney podía decir algo para persuadirlo de levantar los aranceles, respondió: “No”.

EL TMEC, EN LA MIRA

Los comentarios de Carney sobre una nueva relación económica habían puesto en duda el futuro del acuerdo entre Estados Unidos, México y Canadá, que Trump firmó durante su primer mandato pero del que se ha distanciado. Está previsto que se revise en 2026.

Carney se abstuvo de sugerir una revisión a fondo del TMEC, limitándose a decir que era necesario cambiar algunas cosas del pacto, mientras que Trump describió el acuerdo como bueno y estupendo para todos los países.

Trump tuvo malas relaciones con Justin Trudeau, predecesor de Carney, y durante la reunión le criticó a él y a la anterior ministra de Asuntos Exteriores, Chrystia Freeland, por cómo negociaron el TMEC.

A pesar del abismo que separa a ambas naciones en cuestiones clave, la reunión nunca pareció que fuera a degenerar en los intercambios que marcaron la visita del presidente ucraniano, Volodimir Zelenski en febrero.

“Esto no va a ser como si hubiéramos tenido otra pequeña bronca con otra persona”, dijo Trump.

Trump reiteró sus quejas sobre lo que denominó el enorme déficit de Estados Unidos con Canadá.

Parecía referirse al déficit comercial de Estados Unidos con Canadá, que se debe sobre todo a las importaciones de petróleo canadiense, aunque el superávit comercial de mercancías de Canadá fue de 102.300 millones de dólares canadienses (74.250 millones de dólares) en 2024.

Carney, un ex banquero central de 60 años sin experiencia política previa, fue elegido líder liberal en marzo para sustituir a Trudeau.

Canadá es el segundo socio comercial individual de Estados Unidos, después de México, y el mayor mercado de exportación de productos estadounidenses. El año pasado circularon más de 760.000 millones de dólares en mercancías entre ambos países.

(Editado en español por Javier Leira)

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