Por Nidal al-Mughrabi
EL CAIRO (Reuters) -Los ataques israelíes contra una escuela que albergaba a familias desplazadas y junto a un mercado y un restaurante abarrotados de gente en la ciudad de Gaza mataron al menos a 38 personas el miércoles, informaron las autoridades sanitarias locales.
Los médicos dijeron que dos ataques tuvieron como objetivo la escuela Karama en Tuffah, un suburbio de la ciudad de Gaza, y mataron a 15 personas. Más tarde, un ataque israelí cerca de un restaurante y un mercado de la ciudad mató al menos a 23 personas, entre ellas mujeres y niños, según los médicos.
Imágenes de Reuters mostraban a hombres heridos que eran trasladados a toda prisa en camionetas y carros. Las ambulancias recorrían a toda velocidad las calles destrozadas y una mujer, entre lágrimas, se llevaba a un bebé con dos niños pequeños a su lado.
Una imagen publicada en las redes sociales mostraba a lo que parecía ser una familia de tres miembros -madre, padre e hijo- tendida en la calle sobre charcos de sangre. El niño llevaba una mochila rosa. Reuters no pudo verificar de inmediato la imagen, que supuestamente procedía del lugar del ataque de Tuffah.
Israel no hizo ningún comentario al respecto.
El martes, dos ataques aéreos israelíes contra otra escuela que albergaba a desplazados en el campo de Bureij, en el centro de Gaza, causaron la muerte de al menos 33 personas, entre ellas mujeres y niños, informaron las autoridades sanitarias locales. El ejército israelí dijo que había atacado a “terroristas” que operaban desde un centro de mando en el complejo.
El ataque destrozó aulas, destruyó mobiliario y dejó un gran cráter en el recinto escolar. El miércoles, los supervivientes buscaban entre los escombros algunas de sus pertenencias.
“Lo que ha ocurrido es un terremoto. La ocupación israelí golpeó una escuela en la que había niños. Son niños”, dijo Ali Al-Shaqra, testigo presencial. Agregó que la escuela albergaba a 300 familias.
“Aquí está el edificio; fue arrasado. No encontramos ni la bombona de gas, ni la bolsa de harina que teníamos, ni el kilo de arroz, ni la comida que nos dieron en la Tukkiyah (cocina comunitaria). Gracias a Dios nos queda la ropa que llevábamos puesta”, añadió Shaqra.
En Rafah, en el sur de la Franja de Gaza, cerca de la frontera con Egipto, residentes y fuentes de Hamás dijeron que las fuerzas israelíes, que han tomado el control de la ciudad, seguían volando y demoliendo casas y edificios.
Las Brigadas Al Qassam, brazo militar del grupo militante palestino Hamás, afirmaron el miércoles que sus combatientes habían detonado un campo de minas sembrado previamente contra un blindado israelí al este de Jan Yunis, en el sur. Afirmaron que habían causado víctimas, tras lo cual bombardearon la zona con morteros.
AYUDA INTERRUMPIDA
Israel reanudó su ofensiva en marzo tras el fracaso de un alto el fuego respaldado por Estados Unidos que había detenido los combates durante dos meses. Desde entonces ha impuesto un bloqueo de la ayuda, lo que ha provocado las advertencias de la ONU de que los 2,3 millones de habitantes se enfrentan a una hambruna inminente.
Las tropas israelíes ya se han hecho con el control de un área equivalente a un tercio de Gaza, desplazando a la población y construyendo torres y puestos de vigilancia en terrenos despejados que los militares han calificado de zonas de seguridad.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha afirmado que ampliará la ofensiva contra Hamás después de que su gabinete de seguridad aprobó planes que podrían incluir la toma de toda la Franja de Gaza y el control de la ayuda.
Pero un funcionario de Defensa israelí dijo el lunes que la operación no se lanzaría antes de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, concluya su visita la próxima semana a Oriente Medio, y que había una “ventana de oportunidad” para un alto el fuego y un acuerdo de liberación de rehenes durante la visita de Trump.
Un funcionario de Hamás de alto rango dijo el miércoles que Hamás no aceptaría ninguna tregua provisional a cambio de la reanudación de la ayuda durante unos días e insistió en un alto el fuego total para poner fin a la guerra.
Basem Naim afirmó que Hamás no aceptaría “los intentos desesperados antes de la visita de Trump, mediante el crimen de inanición, la continuación del genocidio y la amenaza de ampliar la acción militar para lograr un acuerdo parcial que devuelva a algunos prisioneros (israelíes) a cambio de unos días de comida y bebida”.
La guerra comenzó el 7 de octubre de 2023, cuando Hamás mató a 1.200 personas y tomó como rehenes a 251, según los recuentos israelíes. La campaña de Israel ha matado a más de 52.000 palestinos, en su mayoría civiles, según las autoridades sanitarias dirigidas por Hamás, y ha reducido gran parte de Gaza a ruinas.
La oficina de medios de comunicación del gobierno de Gaza, dirigido por Hamás, declaró que dos periodistas locales, Nour Abdu y Yehya Sbeih, murieron en los ataques del miércoles, lo que eleva a 214 el número de periodistas palestinos muertos por fuego israelí desde que comenzó la guerra.
(Reporte y redacción de Nidal al-Mughrabi. Reporte adicional de Ramadan Abed en Gaza. Edición de Ros Russell. Editado en español por Natalia Ramos.)