MILÁN (Reuters) – El entrenador del Barcelona, Hansi Flick, se mostró molesto por varias decisiones del árbitro en la derrota por 4-3 de su equipo ante el Inter de Milán, que impidió a los catalanes alcanzar su primera final de la Liga de Campeones en una década tras un gol en la prórroga del suplente Davide Frattesi.
El Barça pensó que tenía la victoria en el bolsillo cuando remontó dos goles en contra y se adelantó 3-2 con un gol de Raphinha en el minuto 87, pero el Inter empató por medio de Francesco Acerbi en el tiempo añadido para seguir vivo y luego marcó el gol de la victoria.
Flick criticó al árbitro polaco Szymon Marciniak, que tuvo una noche ajetreada en el partido de vuelta de semifinales disputado en San Siro, en el que el Inter avanzó por un global de 7-6 para enfrentarse al Paris Saint-Germain o al Arsenal.
Marciniak concedió un penalti al Inter tras una revisión del VAR por una entrada de Pau Cubarsi sobre Lautaro Martínez que no consideró infracción, y más tarde revocó una decisión que había señalado como penalti a favor del Barcelona, ya que el VAR indicó que la falta de Henrij Mjitarián sobre Lamine Yamal estaba justo fuera del área.
Los jugadores y el banquillo del Barça también se quejaron de lo que consideraron mano dentro del área del defensa del Inter Acerbi y de una falta del lateral Denzel Dumfries sobre Gerard Martín en los prolegómenos del gol del empate que llevó el partido a la prórroga.
“No quiero hablar demasiado del árbitro, pero todas las decisiones que estaban en un 50-50 fueron a favor del Inter”, dijo Flick en rueda de prensa.
“Estoy decepcionado, pero no con mi equipo. Lo intentaron todo. Es lo que hay. Estamos fuera, pero el año que viene volveremos a intentarlo para hacer felices a los aficionados.”
“Me entristece (…). Mi equipo hizo un trabajo excelente. No me gusta hablar del árbitro (…). Le he dicho lo que pienso, pero no voy a decir aquí lo que he dicho (…).”
El Barça perseguía el triplete tras ganar la Copa del Rey, pero ahora se centrará en LaLiga, donde lidera la tabla y el domingo recibe a su rival, el Real Madrid, que le sigue a cuatro puntos a falta de cuatro jornadas.
Los pentacampeones esperaban llegar a su primera final de la Liga de Campeones en una década, pero tendrán que lamerse las heridas antes del clásico del domingo.
El Barcelona, invicto en casa desde finales de diciembre, intentará sumar su cuarta victoria consecutiva sobre el Real Madrid esta temporada.
“Aprenderemos de esto. Es una progresión. Queremos seguir aprendiendo. Ahora no tenemos mucho tiempo para entrenar, pero el próximo fin de semana estamos de vuelta. Es normal estar decepcionado”, dijo Flick.
“El equipo se merece el respeto que se ha ganado. Jugamos para ganar, queremos ganar títulos y tenemos LaLiga, con un partido muy difícil. Tenemos unos días para preparar este partido.”
“Cada jugador, cuando llegue a casa, podrá mirarse en el espejo y estar orgulloso de sí mismo. Analizaremos el partido con calma y veremos qué podemos hacer.”
(Información de Fernando Kallas; edición de Ken Ferris; edición en español de Jorge Ollero Castela)