Por Nidal al-Mughrabi y James Mackenzie
EL CAIRO/JERUSALÉN (Reuters) – Los ataques israelíes sobre Gaza han matado a más de 250 personas desde el jueves por la mañana, informaron este viernes las autoridades sanitarias locales, en la que es una de las fases más mortíferas de los bombardeos desde que se rompió una tregua en marzo, y se espera pronto una nueva ofensiva terrestre.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que terminó el viernes una gira por Oriente Medio sin aparentes avances hacia un nuevo alto el fuego mientras Israel intensifica su campaña militar, reconoció la creciente crisis de hambre en Gaza y la necesidad de envíos de ayuda.
“Tenemos que ayudar también a los palestinos. Mucha gente se muere de hambre en Gaza, así que tenemos que mirar a ambos lados”, afirmó. Cuando se le preguntó si respaldaba los planes de guerra de Israel, Trump dijo que esperaba “cosas buenas” durante el próximo mes.
Los ataques aéreos y de artillería del viernes se centraron en la sección norte del pequeño y abarrotado enclave, donde decenas de personas, entre ellas mujeres y niños, murieron durante la noche, dijo el portavoz del Ministerio de Sanidad de Gaza, Khalil al-Deqran.
Israel ha intensificado sus bombardeos y ha desplegado fuerzas blindadas en la frontera a pesar de la creciente presión internacional para que reanude las conversaciones de alto el fuego y ponga fin al bloqueo de Gaza, donde aumentan las advertencias de hambruna.
El 5 de mayo, el primer ministro Benjamin Netanyahu declaró que Israel planeaba una ofensiva amplia e intensa contra Hamás, al tiempo que su gabinete de seguridad aprobaba planes que podrían implicar la toma de toda la Franja de Gaza y de la ayuda.
Un funcionario de defensa israelí dijo entonces que la operación no se lanzaría antes de que Trump concluya su visita a Oriente Medio, que estaba previsto que finalizara el viernes.
El objetivo declarado de Israel en Gaza es la eliminación de Hamás, que atacó comunidades israelíes el 7 de octubre de 2023, causando la muerte de unas 1.200 personas y apresando a unos 250 rehenes.
Su campaña militar ha devastado el enclave, expulsando a casi todos los habitantes de sus hogares y matando a más de 53.000 personas, según las autoridades sanitarias de Gaza, mientras que las agencias de ayuda afirman que su bloqueo ha provocado una crisis humanitaria.
El viernes hubo fuertes ataques en la ciudad septentrional de Beit Lahiya y en el campo de refugiados de Jabalia, donde los servicios de emergencia palestinos afirmaron que muchos cadáveres seguían enterrados entre los escombros.
Israel lanzó octavillas sobre Beit Lahiya ordenando a todos los residentes que se marcharan, tanto si vivían en tiendas, refugios o edificios. “Salgan inmediatamente hacia el sur”, decían los panfletos.
Los residentes dijeron que los tanques israelíes avanzaban hacia la ciudad meridional de Jan Yunis.
El ejército israelí dijo que su fuerza aérea había atacado más de 150 objetivos militares en Gaza.
ATAQUES
En Jabaliya, varios hombres hurgaban en un mar de escombros tras los ataques de la noche, sacando chapas de metal mientras niños pequeños trepaban entre los despojos.
Una decena de cadáveres cubiertos con sábanas blancas se alineaban en el suelo para ser trasladados al hospital. Las mujeres lloraban sentadas y una de ellas levantó una esquina de la sábana para contemplar el rostro del fallecido.
“¿Adónde debo ir hoy? ¿Al oeste de Gaza? Hay bombardeos en el oeste de Gaza. ¿Al sur? Están matando gente en Jan Yunis. ¿A Deir al-Balah? Hay bombardeos. Yo, mis hijos y mi familia, ¿a dónde debemos ir?”, dijo Fadi Tamboura, sentado llorando junto a un cráter dejado por un ataque nocturno.
Ismail, un hombre de la ciudad de Gaza que sólo dio su nombre de pila, describió una noche de horror.
“Las incesantes explosiones provocadas por los ataques aéreos y los bombardeos de los tanques nos recordaban a los primeros días de la guerra. El suelo no paraba de temblar bajo nuestros pies”, dijo Ismail a Reuters a través de una aplicación de chat.
“Pensábamos que Trump había llegado para salvarnos, pero parece que a Netanyahu no le importa, ni a Trump tampoco”.
Israel se ha enfrentado a un creciente aislamiento internacional por su campaña en Gaza, e incluso Estados Unidos, su más firme aliado, ha expresado su malestar por la magnitud de la destrucción y la grave situación causada por su bloqueo a las entregas de alimentos y otras ayudas vitales.
El jueves, el secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, declaró que Washington estaba “preocupado” por la situación humanitaria.
Netanyahu ha enviado un equipo a Doha para participar en las conversaciones sobre el alto el fuego con mediadores qataríes, pero ha descartado concesiones, afirmando que Israel sigue comprometido a derrotar a Hamás.
(Reportaje de Nidal al-Mughrabi y James Mackenzie; redacción de Angus McDowall; edición de William Maclean. Editado en español por Juana Casas)