Autoridades Fed se muestran cautos ante movimientos de mercados en medio de rebaja nota soberana EEUU

Por Michael S. Derby y Howard Schneider

NUEVA YORK (Reuters) – Los responsables de la Reserva Federal de Estados Unidos asumieron el lunes con cautela las ramificaciones de la última rebaja de la calificación crediticia del Gobierno estadounidense y las inestables condiciones del mercado, mientras siguen navegando en un entorno económico muy incierto.

“Pondremos esa rebaja en la misma perspectiva que lo hacemos con toda la información que nos llega: cuáles son las implicaciones de esto en términos de alcanzar nuestros objetivos sin comentar lo que esa rebaja podría significar en una especie de contexto de economía política”, dijo el vicepresidente de la Fed, Philip Jefferson, en una conferencia celebrada por el Banco de la Reserva Federal de Atlanta.

La agencia de calificación Moody’s rebajó el viernes por la tarde un escalón la calificación crediticia del Gobierno estadounidense en medio de la creciente preocupación por los déficits y los costos de los intereses, que siguen a un ritmo insostenible. Fue la última de las principales agencias de calificación en recortar la nota soberana de Estados Unidos desde el nivel más alto.

Aunque no se trata de un problema inminente para la Reserva Federal, con el tiempo el encarecimiento de los costos de los préstamos en el mercado, unido al deterioro de la situación financiera de Estados Unidos, encarece el crédito en general y frena la actividad económica.

A su vez, esto se convierte en un factor a tener en cuenta a la hora de fijar la política monetaria y sus expectativas sobre la evolución a largo plazo de la actividad económica.

La rebaja de la calificación “tendrá implicaciones para el costo de capital y muchas otras cosas, por lo que podría repercutir en la economía”, dijo el presidente de la Fed de Atlanta, Raphael Bostic, en una entrevista en CNBC el lunes.

Con la economía en constante cambio, “creo que tendremos que esperar de tres a seis meses para empezar a ver cómo se asienta esto, y creo que eso será un factor determinante sobre la voluntad y el apetito de la gente por invertir en Estados Unidos”.

Aunque la preocupación por la situación financiera del Gobierno existe desde hace años, y las autoridades de la Fed han advertido periódicamente de que las tendencias de endeudamiento a largo plazo han seguido una senda insostenible, los enormes niveles de gasto actuales, unidos al plan presupuestario republicano que se está estudiando y que probablemente añadirá aún más deuda, hacen temer una crisis inminente.

Al mismo tiempo, la agresiva y errática agenda de política comercial de la administración de Donald Trump, que apunta a la mayoría de las naciones del mundo con altos aranceles en un intento de traer más trabajo de fábrica de vuelta al país, está sacudiendo la confianza en Estados Unidos como un lugar confiable para invertir.

El lunes, los mercados bursátiles caían a la vez que subían los rendimientos de los bonos. El presidente Trump dijo que no estaba de acuerdo con la medida tomada por Moody’s.

EEUU SIGUE SIENDO ATRACTIVO

En su intervención en una conferencia de banqueros hipotecarios en Nueva York, el presidente de la Fed de Nueva York, John Williams, reconoció los problemas del mercado, pero sugirió que algunas de las preocupaciones son exageradas.

“Hemos oído en los últimos meses algunos rumores o preocupaciones sobre si los inversores quieren invertir tanto” en bonos del Tesoro y otros activos en dólares, dados los grandes cambios en la política gubernamental y los altos niveles de incertidumbre económica, dijo Williams.

Los inversores están “claramente” sopesando las opciones futuras, dijo. No obstante, “han visto y siguen viendo” a Estados Unidos como “un gran lugar para invertir, incluidos los bonos del Tesoro, los activos de renta fija, así que creo que esa narrativa sigue ahí”.

Los funcionarios de la Reserva Federal que hablaron el lunes también siguieron enviando una señal de espera sobre las perspectivas de la política monetaria.

Williams dijo que la economía se encuentra en un buen momento y que la política de tasas de interés está “bien posicionada” para responder a lo que se avecina. Mientras que Bostic dijo que, con sus expectativas actuales de que ahora llevará más tiempo reducir la inflación de nuevo al 2%, “me inclino mucho más por un recorte este año”.

(Reporte de Michael S. Derby; Editado en Español por Manuel Farías)

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