LONDRES (Reuters) -Gran Bretaña interrumpió el martes las conversaciones sobre libre comercio con Israel, convocó a su embajador y anunció nuevas sanciones contra los colonos de Cisjordania, después de que el primer ministro Keir Starmer se declaró horrorizado por la escalada militar en Gaza.
El ejército israelí anunció el inicio de una nueva operación la semana pasada y el primer ministro Benjamin Netanyahu ha afirmado que Israel tomará el control de toda Gaza.
Israel ha bloqueado la entrada de suministros médicos, alimentos y combustible en Gaza desde principios de marzo y los expertos internacionales han advertido de una hambruna inminente.
El ministro de Asuntos Exteriores, David Lammy, dijo que la ofensiva no era la forma de traer de vuelta a casa a los rehenes restantes, pidió a Israel que ponga fin al bloqueo de la ayuda y condenó lo que calificó de “extremismo” en algunos sectores del Gobierno israelí.
“No podemos permanecer impasibles ante este nuevo deterioro. Es incompatible con los principios que sustentan nuestra relación bilateral”, dijo Lammy a los legisladores.
“Francamente, es una afrenta a los valores del pueblo británico. Por lo tanto, hoy anuncio que hemos suspendido las negociaciones con este Gobierno israelí sobre un nuevo acuerdo de libre comercio”.
Gran Bretaña, en una declaración conjunta con Francia y Canadá, condenó el lunes la expansión de las operaciones militares de Israel en Gaza y pidió que se levantaran las restricciones a la ayuda.
El trío afirmó que tomaría “nuevas medidas concretas” si no cesaba la nueva ofensiva israelí.
“Quiero dejar constancia hoy de que estamos horrorizados por la escalada de Israel”, dijo Starmer en el Parlamento.
“Reiteramos nuestra exigencia de un alto el fuego como única vía para liberar a los rehenes, reiteramos nuestra oposición a los asentamientos en Cisjordania y reiteramos nuestra exigencia de aumentar masivamente la ayuda humanitaria a Gaza”.
(Reporte de Sachin Ravikumar, redacción de Sam Tabahriti; edición en español de Javier López de Lérida)