CARACAS (Reuters) – Chevron tiene todo para “seguir invirtiendo” en Venezuela y su salida es un “tiro en el pie” de Estados Unidos, dijo el viernes el diputado Nicolás Maduro Guerra, hijo del mandatario del país sudamericano, a días que expire la licencia que otorgó Washington a la petrolera para liquidar operaciones.
El secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, dijo recientemente en X que la licencia expirará el 27 de mayo, tal como estaba previsto. La mayoría de los socios de la petrolera estatal venezolana PDVSA han solicitado prórrogas.
“Allá arriba (en Estados Unidos) tienen un lobby que les está haciendo daño a ellos mismos y yo creo que la salida de Chevron es un tiro en el pie para Estados Unidos”, dijo Maduro Guerra a periodistas. Chevron “tienen todo aquí para seguir invirtiendo, no somos nosotros, nosotros hemos abierto las puertas”.
El legislador agregó que pese a la medida, Venezuela continuará vendiendo el petróleo.
“Ahí está el petróleo y lo vamos a vender y lo seguimos vendiendo, venga quién venga”, añadió tras afirmar que la aspiración de Venezuela es mantener “una buena relación” con Estados Unidos.
Luego de una reunión con un funcionario venezolano de alto rango en una isla del Caribe esta semana, el enviado especial de Estados Unidos, Richard Grenell, declaró en una entrevista que se otorgaría una prórroga de 60 días a la licencia de Chevron. Sin embargo, Rubio dijo que el plan original se mantiene.
El legislador no precisó los términos de los diálogos con Grenell y dijo que el presidente de la Asamblea Nacional, Jorge Rodríguez, está al frente de esas conversaciones. Sin embargo, destacó que están trabajando por traer a Venezuela a los más de 250 venezolanos detenidos en El Salvador.
Las licencias otorgadas a Chevron y otras empresas extranjeras en Venezuela han permitido una ligera recuperación en la producción y las exportaciones de petróleo desde 2023.
Maduro y su Gobierno siempre han rechazado las sanciones de Estados Unidos y otros países, argumentando que son medidas ilegítimas que equivalen a una “guerra económica” diseñada para paralizar a Venezuela.
(Reporte de Reuters; Editado por Javier Leira)