KERRVILLE, EEUU, 7 jul (Reuters) – Los equipos de búsqueda avanzaban el lunes por las fangosas orillas del río y sobrevolaban con aviones el centro de Texas, devastado por las inundaciones, en EEUU, mientras se desvanecían las esperanzas de encontrar supervivientes entre las decenas de personas que siguen desaparecidas en una catástrofe que se ha cobrado al menos 96 vidas, muchas de ellas de menores.
Tres días después de que un aguacero torrencial antes del amanecer transformara el río Guadalupe en un torrente furioso y mortal, un campamento de verano cristiano para niñas devastado por la riada confirmó que 27 campistas y monitores se encontraban entre los fallecidos.
Diez niñas y una monitora del campamento seguían en paradero desconocido, según informaron las autoridades el lunes, mientras el personal de búsqueda y rescate se enfrentaba a la posibilidad de más lluvias torrenciales y tormentas durante sus esfuerzos por remover toneladas de escombros cargados de lodo.
La mayor parte de las víctimas mortales de la catástrofe del viernes se concentró en la ciudad ribereña de Kerrville y sus alrededores, así como en los terrenos de Camp Mystic, situados en una franja de Texas Hill Country conocida como “el callejón de las riadas”.
El lunes por la tarde se habían recuperado en el condado de Kerr los cadáveres de 84 víctimas de las inundaciones —56 adultos y 28 menores—, la mayoría de ellas en Kerrville, la sede del condado, según el comisario local.
Hasta el mediodía del domingo, las autoridades estatales y locales habían confirmado otras 12 víctimas mortales relacionadas con las inundaciones en cinco condados colindantes del centro-sur de Texas, y otras 41 personas seguían desaparecidas fuera del condado de Kerr.
The New York Times, uno de los numerosos medios de comunicación que publicaron diferentes cifras de víctimas mortales, informó de que al menos 104 personas habían muerto en toda la zona inundada.
También se intensificó el debate sobre cómo reaccionaron los responsables estatales y locales ante las alertas meteorológicas que pronosticaban la posibilidad de una inundación repentina y la falta de un sistema de sirenas de alerta temprana que podría haber mitigado el desastre.
El lunes, el vicegobernador Dan Patrick prometió que el estado de Texas “daría un paso adelante” para pagar la instalación de un sistema de alerta de inundaciones repentinas en Kerrville para el próximo verano si los gobiernos locales “no pueden permitírselo”.
“Debería haber habido sirenas”, dijo Patrick en una entrevista en Fox News. “Si hubiéramos tenido sirenas aquí a lo largo de esta zona… es posible que hubiéramos salvado algunas vidas.”
SE AVECINA UNA “SEMANA DURA”
Aunque las autoridades seguían manteniendo la esperanza de que algunos de los desaparecidos aparecieran con vida, la probabilidad de encontrar más supervivientes disminuía a medida que pasaba el tiempo.
“Esta será una semana dura”, dijo el alcalde de Kerrville, Joe Herring Jr, en una reunión informativa el lunes por la mañana.
Camp Mystic, un retiro cristiano para niñas de casi un siglo de antigüedad situado a orillas del Guadalupe, se encontraba en el epicentro del desastre.
“Nuestros corazones están rotos junto a nuestras familias que están soportando esta tragedia inimaginable”, dijo el campamento en un comunicado el lunes.
Richard “Dick” Eastland, de 70 años, copropietario y director de Mystic, murió intentando salvar de la inundación a las niñas de su campamento, informaron medios de comunicación locales. Él y su esposa, Tweety Eastland, eran propietarios del campamento desde 1974, según su página web.
“Si no iba a morir de causas naturales, esta era la única otra manera, salvar a las niñas que tanto amaba y cuidaba”, escribió en Instagram el nieto de Eastland, George Eastland.
(Información adicional de Marco Bello y Sandra Stojanovic en Comfort, Texas; Rich McKay en Atlanta; Alexandra Alper, Tim Reid y Deborah Gembara en Washington; Nathan Howard en Morristown, Nueva Jersey; Ryan Jones y Bhargav Acharya en Toronto; Brendan O’Brien en Chicago; y Nathan Layne en Nueva York; Redacción de Steve Gorman y Joseph Ax; edición de Timothy Heritage, Mark Porter, Stephen Coates y Raju Gopalakrishnan; edición en español de Jorge Ollero Castela)