Por Jane Ross, Steve Gorman y Maria Tsvetkova
KERRVILLE, EEUU, 8 jul (Reuters) – El número de víctimas mortales de la inundación repentina del 4 de julio que asoló una franja de Hill Country en Texas aumentó el martes a al menos 109, muchas de ellas niños, mientras los equipos seguían buscando entre montones de escombros sepultados de lodo a decenas de personas aún desaparecidas.
Según las cifras publicadas por el gobernador Gregg Abbott, las autoridades buscaban a más de 180 personas cuyo paradero se desconocía cuatro días después de una de las inundaciones más mortíferas de Estados Unidos en décadas.
La mayor parte de las víctimas mortales y la búsqueda de más víctimas se concentraron en el condado de Kerr y en su capital, Kerrville, una ciudad de 25.000 habitantes transformada en zona de catástrofe cuando las lluvias torrenciales azotaron la región a primera hora del viernes, inundando la cuenca del río Guadalupe.
Solo en el condado de Kerr se habían recuperado hasta el martes 94 cadáveres, un tercio de ellos niños, informó Abbott en una rueda de prensa a última hora de la tarde.
Entre los fallecidos del condado de Kerr hay 27 niñas y monitores del campamento Mystic, un refugio cristiano de verano con un siglo de historia situado a orillas del río Guadalupe, cerca de la localidad de Hunt. Además pereció el director del campamento.
Según Abbott, el martes seguía sin conocerse el paradero de cinco niñas y una monitora, así como el de otro niño no relacionado con el campamento.
Las autoridades han dicho que se estaban preparando para que el número de muertos aumente a medida que las aguas de las inundaciones retroceden y la búsqueda de más víctimas se acelera.
Las fuerzas del orden han compilado una lista de 161 personas “desaparecidas” sólo en el condado de Kerr, dijo Abbott.
(Reporte de Jane Ross en Kerrville, Texas, y Maria Alejandra Cardona en Hunt, Texas; contribución de Jonathan Allen y Maria Tsvetkova en Nueva York; Rich McKay en Atlanta; Daniel Trotta en Carlsbad, California; Redacción e información adicional de Steve Gorman en Los Ángeles; edición en español de Javier López de Lérida)