Por Shrivathsa Sridhar y Toby Davis
LONDRES, 10 jul (Reuters) -Una inspirada Amanda Anisimova rompió el guión y se metió en su primera final de Wimbledon al superar el jueves a la número uno del mundo, Aryna Sabalenka, por 6-4, 4-6 y 6-4, con una exhibición de feroz determinación e intrépida pegada.
La victoria de Anisimova amplió a 6-3 su récord de triunfos sobre la bielorrusa y mantuvo vivas las esperanzas de Estados Unidos de lograr una tercera campeona femenina de Grand Slam este año, después de que Madison Keys ganó el Abierto de Australia y Coco Gauff, el de Francia.
“Esto no parece real ahora mismo, sinceramente”, dijo una radiante Anisimova en su entrevista en la pista. “Aryna es una competidora muy dura y yo me estaba muriendo ahí fuera. Sí, no sé cómo lo he conseguido. Es una competidora increíble, una inspiración para mí y estoy segura de que para mucha gente”.
“Hemos tenido muchas batallas duras. Vencer hoy y estar en la final de Wimbledon es increíblemente especial. El ambiente ha sido increíble. Sé que ella es la número uno, pero mucha gente me animaba. Muchas gracias a todos”, agregó.
En una Pista Central que parecía un horno y donde la temperatura alcanzó los 30 grados centígrados, Sabalenka acudió en dos ocasiones en ayuda de espectadores en problemas suministrándoles botellas de agua fría y una bolsa de hielo, antes de ceder ante la presión de su rival en el décimo juego.
Anisimova, de 23 años, que jugaba su primera semifinal de un grande desde su participación en el Abierto de Francia de 2019, hizo sudar a su rival en cada punto y se llevó el primer set cuando Sabalenka cometió una doble falta.
Con la espalda contra la pared, la bielorrusa rugió como un tigre, el animal que se ha convertido en su tótem, y quebró el servicio de su rival para ponerse en ventaja de 4-3 antes de igualar la contienda a un set por cabeza, aprovechando varios errores de Anisimova, preclasificada número 13.
En un partido marcado por los elevados decibelios por los gritos de ambas jugadoras, se intercambiaron breaks al comienzo del set decisivo, pero Anisimova logró una ventaja que acabó siendo definitiva para plantarse en la final.
Anisimova, que se tomó un descanso por salud mental en 2023, afirmó que es increíble que Wimbledon vaya a ser su primera final de Grand Slam.
“Ha pasado un año desde que volví y estar en este lugar (…) No es fácil, y mucha gente sueña con ello, competir en esta pista increíble”, comentó. “Ha sido un privilegio competir aquí y estar en la final es simplemente indescriptible”.
Sabalenka, que cayó derrotada en el partido por el título de los Abiertos de Australia y Francia, perdió la oportunidad de convertirse en la primera mujer desde Serena Williams en 2014-15 en alcanzar cuatro finales de majors consecutivas.
RECITAL DE SWIATEK
En la otra semifinal, Iga Swiatek ofreció un recital de intensidad para derrotar a Belinda Bencic por un contundente 6-2 y 6-0. La ex número uno del mundo y pentacampeona de torneos del Gran Slam es una especialista en tierra batida y nunca había superado los cuartos de final en Wimbledon hasta este año.
La suiza, número 35 del ránking, no lo hizo mal, pero sufrió dos quiebres en el primer set y tres en el segundo, mientras la polaca sacaba a relucir su mejor juego en una contienda desigual.
“Honestamente, nunca soñé que sería posible para mí jugar la final, así que estoy muy emocionada y orgullosa de mí misma”, dijo una sonriente Swiatek. “El tenis no deja de sorprenderme, pensaba que lo había vivido todo pese a ser joven (…) No había experimentado jugar bien en hierba, así que es la primera vez y estoy superemocionada y disfrutando”.
Swiatek, de 24 años y cuatro veces campeona del Abierto de Francia, ha sido sincera sobre sus dificultades para adaptarse a las exigencias del tenis sobre hierba. Sin embargo, parece que esta temporada ha dado con la tecla psicológica, mostrándose confiada en Wimbledon tras llegar a la final en el torneo de preparación sobre hierba de Bad Homburg.
Contra Bencic, mostró una intensidad fuera de lo común, además de una concentración y una agudeza de movimientos dignas de verse. Bencic, de 28 años, que regresó de su maternidad en octubre y empezó este año en el puesto 489, se resistió todo lo que pudo ante la polaca, cometiendo menos errores no forzados.
La helvética había dicho que antes de irse a dormir visualiza su plan de juego para el siguiente partido. Si esto fue lo que vio el miércoles por la noche, debió de ser la antesala de una terrible pesadilla, ya que todas las facetas del juego de Swiatek funcionaron, con un saque implacable y golpes ganadores desde ambos flancos, 26 en total.
Swiatek salió a la pista con su habitual lista de reproducción de AC/DC, Guns N’ Roses y Led Zeppelin a todo volumen en los auriculares, y pronto hizo vibrar a Bencic. Un revés largo de la suiza le ofreció su primer punto de ruptura, que aprovechó de inmediato con una dejada a media pista.
Con Bencic sirviendo para mantenerse en el primer set con 5-2, Swiatek pisó el acelerador de nuevo, remontando un 0-40 y adjudicándose el primer set.
En el inicio del segundo, Bencic logró presionar el saque de Swiatek y consiguió dos puntos de ruptura. No obstante, la polaca salvó ambos y rompió en el siguiente juego para dejar a la excampeona olímpica con una montaña que escalar.
Swiatek terminó de extraer el último aliento de su rival cuando rompió para ponerse 4-0 con otra dura devolución de derecha. Tras asegurarse su servicio, desperdició su primer punto de partido, pero sentenció el cotejo poco después con una devolución ganadora de revés.
(Editado en español por Carlos Serrano)