Por Julia Payne
BRUSELAS, 13 jul (Reuters) – La Unión Europea dijo el domingo que extendería la suspensión de sus contramedidas a los aranceles de Estados Unidos hasta principios de agosto y seguiría presionando para lograr un acuerdo negociado, mientras el Gobierno del presidente Donald Trump exigía más concesiones a sus socios comerciales.
Trump dijo el sábado que impondría un arancel del 30% a la mayoría de las importaciones de la UE y México a partir del 1 de agosto, sumándose a advertencias similares para otros países y dejándoles menos de tres semanas para negociar acuerdos marco que podrían reducir la tasa arancelaria amenazada.
El asesor económico de la Casa Blanca, Kevin Hassett, dijo el domingo que las ofertas de acuerdos comerciales de los países hasta ahora no han satisfecho a Trump y que “los aranceles son reales” si no se ofrecen mejoras.
“El presidente cree que los acuerdos tienen que ser mejores”, dijo Hassett al programa This Week de la cadena ABC. “Y para poner básicamente una línea en la arena, envió estas cartas a la gente, y veremos cómo resulta”.
Ursula von der Leyen, jefa de la Comisión ejecutiva de la UE que se ocupa de la política comercial de los 27 Estados miembros, dijo que el bloque mantendría su enfoque de dos vías: seguir hablando y preparar medidas de represalia.
“Siempre hemos tenido muy claro que preferimos una solución negociada. Esto sigue siendo así, y utilizaremos el tiempo del que disponemos ahora”, dijo von der Leyen en rueda de prensa, añadiendo que el bloque prorrogaría hasta agosto su paralización de las contramedidas.
La decisión de Von der Leyen de resistirse a la adopción inmediata de medidas de represalia apunta al deseo de la Comisión Europea de evitar una escalada de la guerra comercial mientras siga existiendo la posibilidad de negociar un resultado mejor.
El canciller alemán, Friedrich Merz, dijo el domingo que estaba “realmente comprometido” a encontrar una solución comercial con Estados Unidos, y declaró a la radiotelevisión pública alemana ARD que trabajará intensamente en ello con von der Leyen y el presidente francés, Emmanuel Macron, durante las próximas dos semanas y media.
Preguntado por el impacto de un arancel estadounidense del 30% sobre Alemania, Merz dijo: “Si eso ocurriera, tendríamos que posponer grandes partes de nuestros esfuerzos de política económica porque interferiría en todo y golpearía de lleno a la industria exportadora alemana”.
PRUEBA DE UNIDAD
La última amenaza de Trump y la cuestión de cómo responder pueden poner a prueba la unidad de los Estados miembros, con Francia pareciendo adoptar una línea más dura que Alemania, la potencia industrial del bloque cuya economía se apoya en gran medida en las exportaciones.
Macron afirmó que la Comisión necesita más que nunca “afirmar la determinación de la Unión de defender resueltamente los intereses europeos”, y que las represalias podrían incluir los llamados instrumentos contra la coerción.
El ministro de Economía alemán, Lars Klingbeil, dijo el domingo que la UE debería estar preparada para tomar medidas firmes si fracasan las conversaciones.
“Si no se llega a una solución negociada justa, debemos tomar medidas decisivas para proteger los puestos de trabajo y las empresas en Europa”, dijo Klingbeil, también vicecanciller de la coalición gobernante, al diario Sueddeutsche Zeitung.
Aunque la UE se ha abstenido de tomar represalias contra Estados Unidos en los meses transcurridos desde que Trump golpeó al bloque con aranceles, ha preparado dos paquetes que podrían afectar a un total combinado de 93.000 millones de euros de productos estadounidenses.
Un primer paquete que afectarían a 21.000 millones de euros en bienes estadounidenses, en respuesta a los gravámenes del 50% de Washington sobre el acero y el aluminio importados, se suspendió en abril durante 90 días para dar tiempo a las negociaciones. La suspensión debía expirar el lunes antes de que se anunciara la prórroga.
Un segundo paquete en represalia contra los aranceles “recíprocos” de Trump se ha estado preparando desde mayo y estaba previsto que afectara a 72.000 millones de euros de bienes estadounidenses. Estas medidas no se han hecho públicas y la lista definitiva requiere la aprobación de los Estados miembros.
INSTRUMENTO CONTRA LA COACCIÓN
Von der Leyen dijo el domingo que el uso del Instrumento Anti-Coerción de la UE aún no estaba sobre la mesa.
El instrumento permite al bloque tomar represalias contra terceros países que presionen económicamente a los miembros de la UE para que cambien sus políticas.
“instrumento (anti-coerción) se crea para situaciones extraordinarias, todavía no hemos llegado a ese punto”, dijo.
Las posibles medidas de represalia podrían incluir la restricción del acceso al mercado de bienes y servicios de la UE, y otras medidas económicas relacionadas con ámbitos como la inversión extranjera directa, los mercados financieros y el control de las exportaciones.
En una señal del deseo de la UE de llegar a acuerdos con más socios comerciales en un momento de creciente incertidumbre en las relaciones transatlánticas, von der Leyen dijo que se había alcanzado un acuerdo político para avanzar en un tratado comercial UE-Indonesia.
Los productores de queso franceses advirtieron de las consecuencias perjudiciales de un arancel del 30% para la industria láctea local, que exporta casi la mitad de su producción, entre otros destinos a Estados Unidos.
“Es un nuevo entorno al que tendremos que acostumbrarnos; no creo que sea temporal”, dijo a Reuters François Xavier Huard, director general de la asociación láctea FNIL.
(1 dólar = 0,8555 euros)
(Reporte de Julia Payne y Charlotte Van Campenhout; reporte adicional de David Lawder en Washington; Escrito por Richard Lough; Editado en Español por Ricardo Figueroa)