Aranceles de Trump ponen en un aprieto a Bolsonaro y a la derecha brasileña

Por Luciana Magalhaes y Ricardo Brito

SAO PAULO, 15 jul (Reuters) – El mandatario de Estados Unidos, Donald Trump, lanzó sus aranceles del 50% contra Brasil como una forma de apoyar al expresidente Jair Bolsonaro, pero tres personas cercanas al líder derechista dijeron que estaban sorprendidos por la medida y temen que pueda hacer más daño que bien.

Al anunciar los aranceles más altos en una carta la semana pasada, Trump los presentó como una táctica de presión para ayudar a Bolsonaro, que está siendo juzgado por el Supremo Tribunal de Brasil por supuestamente planear un golpe para anular su derrota en las elecciones presidenciales de 2022.

Bolsonaro ha calificado las acusaciones de infundadas y ha insistido en que se presentará a las presidenciales de 2026, a pesar de la decisión judicial que le impide hacerlo. En su carta arancelaria, Trump dijo que Bolsonaro es víctima de una “caza de brujas”.

El presidente izquierdista de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, que derrotó a Bolsonaro en 2022, no tiene ni interés ni capacidad para interferir en el caso. La semana pasada, calificó a Trump como un “emperador” no deseado y amenazó con represalias si las negociaciones comerciales no avanzan.

Los aliados de Bolsonaro temen que los elevados aranceles, que probablemente perjudiquen a sectores que van desde los cultivadores de café y naranjas hasta la ganadería y la industria aeronáutica, puedan aglutinar el orgullo nacional detrás de Lula, mejorando su popularidad tras una severa caída.

La reacción contra Trump ya ha dado un impulso a varios de sus enemigos ideológicos en el extranjero. Los partidos de centroizquierda se alzaron con la victoria en las elecciones canadienses y australianas de este año, mientras que los aliados de la derecha dura del republicano han tenido dificultades en Rumania y Hungría.

El círculo íntimo de Bolsonaro había estado ansioso por una muestra del apoyo de Trump desde que regresó a la Casa Blanca.

El legislador Eduardo Bolsonaro, uno de los hijos del expresidente, pidió una excedencia en Brasilia y se trasladó con su familia para recabar apoyos para su padre en Washington.

Pero la emoción de captar la atención de Trump pronto se cuajó cuando los Bolsonaro se dieron cuenta del peso aplastante de los aranceles vinculados a su causa, según las fuentes, que dijeron que la familia esperaba sanciones selectivas contra un juez que supervisa el caso del Supremo Tribunal.

Ahora el clan Bolsonaro no tiene otra alternativa que apoyar a Trump y su carta, aun comprendiendo que la medida “podría provocar reacciones negativas”, dijo una de las fuentes, que pidió el anonimato para hablar de conversaciones privadas.

EDITORIALES MORDACES

La semana pasada, tras el anuncio de los aranceles de Trump, líderes del Congreso de Brasil que habían combatido a Lula en varios frentes emitieron declaraciones en su apoyo.

“La bandera del nacionalismo tiene un atractivo muy significativo, especialmente dentro del campo de la derecha”, dijo Graziella Testa, profesora de Ciencias Políticas en la Fundación Getulio Vargas de Brasilia.

Una estrecha asociación con Trump puede resultar electoralmente tóxica para los aliados de Bolsonaro, cuyo futuro político ya estaba empañado por la amenaza de una posible condena a prisión y la decisión judicial que le impide ejercer cargos públicos hasta 2030.

“Es absolutamente deplorable que todavía haya gente en Brasil que defienda a Trump”, escribió la página de opinión conservadora del diario O Estado de Sao Paulo en un editorial la semana pasada. “Ponerse hoy la gorra de Trump significa alinearse con un troglodita que puede causar un daño inmenso a la economía brasileña”.

Los representantes de Bolsonaro declinaron hacer comentarios sobre el editorial del periódico.

El domingo, el expresidente trató de mostrar empatía con sus partidarios sin alienar a Trump.

“No me hace feliz ver a nuestros productores rurales y urbanos, así como al pueblo, sufrir con este arancel del 50%”, dijo en las redes sociales, y agregó: “La solución está en manos de las autoridades brasileñas”.

(Reportaje de Luciana Magalhaes en Sao Paulo y Ricardo Brito en Brasilia; Editado en español por Juana Casas)

tagreuters.com2025binary_LYNXMPEL6E0SF-VIEWIMAGE