El temor de la Fed a la inflación comienza a materializarse con el alza del IPC de junio

Por Howard Schneider

WASHINGTON, 15 jul (Reuters) – El aumento de los precios de una larga serie de productos, desde el café hasta los equipos de audio y los muebles para el hogar, impulsó la inflación en junio, en lo que los economistas consideran una prueba de que el aumento de los impuestos a la importación repercute en los consumidores.

Los precios generales al consumo subieron un 0,3% en junio – que si se anualizan alcanzarían una tasa cercana al 3,5%- tras el alza de 0,1% en mayo.

Los economistas -y las autoridades de la Reserva Federal- esperaban que la inflación se acelerara este verano boreal, a medida que el impacto retardado de los aranceles se transmite a las empresas, y los datos de junio sugieren que los responsables del banco central pueden seguir siendo reacios a recortar las tasas de interés hasta que dispongan de más información.

El impacto de los aranceles sobre los precios podría ser, en última instancia, un ajuste temporal y puntual. Pero con los niveles arancelarios finales aún siendo considerados por el presidente Donald Trump y una amenaza de gravámenes más altos a partir del 1 de agosto, las perspectivas de inflación siguen siendo inestables.

“El informe de hoy mostró que los aranceles están comenzando a morder”, dijo Omair Sharif, de Inflation Insights. “El precio de la ropa subió, los precios de los muebles para el hogar saltaron (…) y los productos básicos de recreación aumentaron”.

Se trata de artículos muy importados y los aumentos fueron sustanciales. Los precios de los equipos de audio y video subieron un 1,1% en el mes y un 11,1% en términos interanuales, la mayor alza de la historia en una categoría en la que la globalización significó en general precios estables o a la baja.

Es probable que toque una nota de cautela para la Fed, que ha estado enfrentando críticas casi diarias de Trump por no recortar las tasas, un paso que los banqueros centrales se han mostrado reacios a tomar hasta que quede claro dónde terminarán los aranceles.

Las autoridades monetarias ven como resultados inmediatos más probables una mayor inflación, un crecimiento más lento o una combinación de ambos.

El Gobierno de Trump argumenta que con el tiempo sus propuestas arancelarias impulsarán el crecimiento económico y mantendrán la inflación moderada, y que las tasas deben bajarse mientras tanto.

“Con aumentos en categorías como muebles para el hogar, recreación y ropa, los gravámenes a las importaciones se están filtrando lentamente”, escribió Seema Shah, estratega global jefe de Principal Asset Management. “Sería prudente que la Fed se mantuviera al margen al menos durante unos meses más”.

Los inversores siguen esperando que la Fed recorte en septiembre un cuarto de punto porcentual la tasa actual de referencia del 4,25%-4,5%. Las probabilidades de un recorte en la reunión del 29-30 de julio son ahora menores al 5%.

El presidente de la Fed, Jerome Powell, había apuntado antes a este verano como el momento en que la entidad sabrá si la inflación está respondiendo a los aranceles aplicados a los socios comerciales y a varios sectores industriales.

Hasta ahora, los gravámenes sólo estaban teniendo un impacto limitado en la inflación, pero los economistas esperaban en general que acabaran filtrándose en los precios minoristas.

“Sabemos que hay un desfase entre la aplicación y el efecto inflacionista”, dijo Gregory Daco, de EY-Parthenon. “Las empresas gestionan las importaciones mediante procesos diferentes (…) Aún no hemos visto los efectos completos de los aranceles en los datos del IPC (…) Yo esperaría hasta empezar a ver más”.

La inflación general, excluidos los volátiles precios de los alimentos y la energía, aumentó a una tasa anual del 2,9% en junio, algo menos que la previsión de consenso del 3%, con los precios de los automóviles ayudando a contener las alzas generales. Los precios de los alimentos y la energía aumentaron.

Según Daco, ya se está iniciando una “divergencia” en una amplia gama de bienes en los que los precios están subiendo más rápido de lo que lo hacían antes de las rondas iniciales de aranceles de Trump.

Otros economistas han señalado diferentes artículos que podrían mostrar dónde están empezando a golpear las nuevas tasas a la importación a los precios al consumidor.

Sharif, director de Inflation Insights, dijo que hay que vigilar la amplia categoría denominada “productos recreativos”, que incluye juguetes y equipos audiovisuales que suelen importarse de China, y que subió un 0,8% en junio, el doble que en los dos meses anteriores.

Los equipos y herramientas de exterior son también artículos muy importados y, aunque el ritmo de subida de precios repuntó en primavera, bajó en junio al 0,2% frente al 0,6% de mayo.

Aun así, “los costos arancelarios son llamativamente visibles en los datos del IPC de junio”, escribió Samuel Tombs, economista jefe para Estados Unidos de Pantheon Macroeconomics.

Excluyendo los automóviles, los precios de otros bienes no alimentarios o energéticos subieron al ritmo más rápido desde junio de 2022, cuando la Fed estaba aún en la batalla por reducir la inflación de la era pandémica.

(Editado en español por Carlos Serrano)

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