El paso de Coca-Cola al azúcar de caña sería caro y perjudicaría a agricultores de EEUU

Por Marcelo Teixeira y Karl Plume

NUEVA YORK, 17 jul (Reuters) – Un posible paso de Coca-Cola y otras bebidas y alimentos al azúcar de caña en lugar del jarabe de maíz como edulcorante sería difícil y costoso de implementar, a la vez que negativo en general para los agricultores en Estados Unidos.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo el miércoles que Coca-Cola había aceptado usar azúcar de caña en sus bebidas en el país tras sus conversaciones con el fabricante de la principal marca de refrescos.

Respaldado por el movimiento social Make America Healthy Again (MAHA), el secretario de Salud, Robert F. Kennedy Jr., ha estado presionando para que se cambien los ingredientes usados por la industria de alimentos y bebidas, alegando que los sustitutos propuestos son más saludables.

La empresa ya vende Coca-Cola hecha con azúcar de caña en otros mercados, incluido México, y algunas tiendas de comestibles de Estados Unidos tienen botellas de vidrio con azúcar de caña etiquetadas como Coca-Cola “mexicana”.

En respuesta al comentario de Trump, Coca-Cola dijo que “pronto compartiremos más detalles sobre nuevas ofertas innovadoras dentro de nuestra gama de productos Coca-Cola”.

PepsiCo también dijo el jueves que usaría azúcar en sus productos como bebidas Pepsi si los consumidores lo desean.

Los analistas del sector, sin embargo, dijeron que los cambios en la formulación del resto de la Coca-Cola que se vende en Estados Unidos, y de otras bebidas y caramelos, implicarían ajustes significativos en las cadenas de suministro de las empresas, ya que el jarabe de maíz y el azúcar proceden de productores diferentes.

Además, implicaría cambios en el etiquetado de los productos, y costaría más.

“Las industrias de alimentación y bebidas empezaron a usar jarabe de maíz en Estados Unidos en el pasado debido a los costos. Es más barato que el azúcar”, explicó Ron Sterk, redactor jefe de SOSland Publishing, proveedor de información para la industria de ingredientes de Estados Unidos.

Según Sterk, la industria de las bebidas utiliza un jarabe de maíz con 55% de alta fructosa (55 JMAF), mientras que los panaderos emplean uno de 42%.

La Asociación de Refinadores de Maíz dijo que la eliminación completa del jarabe de maíz de alta fructosa del suministro de alimentos y bebidas de Estados Unidos reduciría los precios del maíz hasta en 34 centavos por bushel, lo que resultaría en una pérdida de 5.100 millones de dólares en ingresos agrícolas.

“La onda expansiva económica resultante provocaría la pérdida de empleos rurales y tendría importantes consecuencias económicas para las comunidades de todo el país”, dijo la CRA.

La analista Heather Jones, de Heather Jones Research, dijo que “si Coca-Cola tuviera que cambiar la totalidad de su uso de AF55 a la caña, el aumento de costos muy probablemente superaría los 1.000 millones de dólares, dada la actual diferencia de precios entre el AF55 y el azúcar de caña y la probabilidad de grandes aumentos de precios para este último”, dijo Jones en una nota de investigación.

Para producir una libra de JMAF, la industria utiliza alrededor de 2,5 libras de maíz, por lo que un gran cambio en el uso de jarabe de maíz en Estados Unidos perjudicaría la demanda del cereal, y probablemente impulsaría las importaciones de azúcar de caña, ya que no se produce suficiente en Estados Unidos para satisfacer a los consumidores.

(Reporte de Marcelo Teixeira, Karl Plume, Tom Polansek, Renee Hickman y Jessica DiNapoli; Edición en español de Javier López de Lérida)

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